Inteligencia Artificial
Dos investigadores, especializados en neurociencias, analizan las ventajas de la IA en la aplicación de los avances científicos y despejan cualquier temor sobre el uso avanzado de esta herramienta.
La Inteligencia Artificial te puede fulminar jugando al póker y también te puede salvar la vida. Esta nueva herramienta se autodefine a ella misma como "un conjunto de capacidades cognoscitivas e intelectuales expresadas por sistemas informáticos o combinaciones de algoritmos cuyo propósito es la creación de máquinas que imiten la inteligencia humana para realizar tareas".
Las máquinas pensando como los humanos y haciendo cálculos a velocidades difícilmente comprensibles. Imitar a la inteligencia humana, una nueva frontera en la evolución, con tantas incógnitas como temores ante un futuro aún por descubrir.
La IA ya es hoy un poderoso instrumento al servicio del ser humano. Su uso en campos como la medicina está provocando avances de manera exponencial.
Sobre el empleo de la IA en la salud se debate estos días en Bilbao dentro del Congreso 'WOP KONEKTA 2024' que nace con la intención de convertirse en un referente mundial en el estudio de la neurociencia.
Dos de los ponentes de este congreso han explicado a Atresmedia qué supone el uso de la IA en la investigación y los avances en neurociencia.
Salvador Martínez, investigador del Instituto de Neurociencias de Alicante y profesor de la Universidad Miguel Hernández de Elche, cree que "la IA es un instrumento muy importante porque nos permite acelerar enormemente los procesos de revisión de datos. La IA, los algoritmos en los que se basa, nos permite analizar masivamente los datos que estamos suministrando sobre seres humanos sanos y enfermos, y de esta manera puede establecer categorías y crear patrones. Esos patrones son fundamentales para entender qué es lo que significa estar en estado de salud, y en los análisis de enfermos, qué es lo que significa estar en nivel de enfermedad".
"Al mismo tiempo, permite establecer avatares, podemos desarrollar simbólicamente enfermos o sanos que sean virtuales, con todos los datos clínicos que conocemos, y ensayar sobre ellos nuevos fármacos, aplicar nuevas tecnologías, nuevas terapias y ser capaces de mostrar de una manera más o menos rápida si una cosa es beneficiosa para un tipo de enfermo o no lo es. Nos va a permitir hacer test sin poner en peligro la vida de las personas".
En la misma línea se pronuncia José María Moraleda, coordinador de la Red Española de Terapias Avanzadas: "Pensamos que es una revolución positiva. Nos ayudará a entender las cosas con más datos, hará que los diagnósticos sean más específicos y yo creo que, en general, ayudará a enfocar tratamientos innovadores".
Moraleda fue el doctor que hace 15 años trató a Jon Renteria, un pequeño con una rara enfermedad neurodegenerativa y que es la inspiración de la plataforma 'Walk On Project (WOP)' que ha desarrollado ya una docena de proyectos de apoyo al estudio de enfermedades neuronales. "Cuando tratamos a Jon fuimos ya innovadores e imaginábamos que en un futuro próximo podríamos ver avances, pero no de este calibre. Nos enfrentamos a una nueva era en la medicina, no solo por la inteligencia artificial, sino por las nuevas tecnologías que tenemos".
"En este momento —recalca Salvador Martínez— la contribución de la IA al campo de la salud y la investigación es ya una realidad con, por ejemplo, el diagnóstico por imagen que ya lo están haciendo los algoritmos, y que son mucho más finos que los humanos".
Mas allá de las ventajas del uso de un instrumento tan potente como la IA, su capacidad de aprender y de crecer autónomamente empieza a asustar a una parte de la población, quizá no debidamente informada. Los investigadores, sin embargo, siguen confiando en que tras el desarrollo de la IA está el control de la Inteligencia Humana.
El Dr. Martínez pone un ejemplo: "A pesar de que la IA , en nuestro campo, nos ofrece diagnósticos por imagen más precisos que los de los humanos, la responsabilidad terapéutica la tiene que tomar un médico. Que nadie esté asustado. La tecnología siempre crea temor. Sócrates decía que los libros le iban a quitar la memoria a los humanos, ya sabemos que no, han servido para que la cultura avance. La Inteligencia Artificial se va a usar bien y nos va a hacer mejores, más libres y más sanos".
"Los seres humanos —concluye Moraleda— somos capaces de hacer cosas maravillosas si las enfrentamos bien, con inteligencia, con sentido común y pensando en los demás. Cuando lo hacemos para estas cosas tan maravillosas como son la salud y la ciencia, no hay que tener miedo, sino todo lo contrario".
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