LA INVESTIGACIÓN ESTÁ PUBLICADA EN 'NATURE COMMUNICATIONS'

Identifican el mecanismo que hace las células tumorales adictas a la glucosa

La investigación demuestra que en uno de cada cuatro tumores humanos existe un exceso del receptor de glucosa en la cara externa de su membrana celular y esta proteína actúa como un imán atrayendo toda la glucosa que pasa cerca del tumor.

Investigadores del Institut de Recerca Biomèdica de Bellvitge (Idibell) han identificado el mecanismo que hace las células tumorales adictas a la glucosa, una sustancia fundamental en el desarrollo del tumor, porque hace crecer las células rápidamente.

La investigación, dirigida por el director de Epigenética del Idibell, Manel Esteller, se publica en Nature Communications. Los investigadores conocían que las células del cáncer sienten una especial apetencia por la glucosa y que el tumor usa esta molécula como combustible para quemarla rápido y crecer y multiplicarse a gran velocidad. Es un proceso muy poco efectivo desde el punto de vista energético, pero permite la división ultraacelerada de las células cancerosas.

Hasta ahora se conocía muy poco de cómo la célula sana pasa de un consumo energético equilibrado a este consumo desorbitado de glucosa. La investigación que se publica demuestra que en uno de cada cuatro tumores humanos existe un exceso del receptor de glucosa en la cara externa de su membrana celular y esta proteína actúa como un imán atrayendo toda la glucosa que, desde el torrente sanguíneo, pasa cerca del tumor.

Esteller ha señalado que "estábamos buscando genes que no funcionaban en las células tumorales y encontramos uno alterado, pero desconocíamos cuál era su función", y ha añadido que "hemos descubierto que es el responsable de eliminar el exceso de receptores de glucosa".

Según el investigador, "lo que ocurre es que se inactiva el gen que debería degradar al receptor de glucosa en condiciones sanas y al dejar de hacerlo, ese tumor presenta una superactivación de este receptor que capta todas las moléculas de glucosa de su alrededor y las usa para obtener energía rápida para proliferar".

"La parte interesante para futuros tratamientos es estudiar si cuando utilizamos fármacos para combatir un tumor y además le quitamos esta fuente energética, el tumor muere porque no puede adaptarse fácilmente a usar otros sustratos para obtener energía para sobrevivir", ha señalado Esteller.

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