Ciencia y salud
Desde noviembre del año pasado se ha utilizado en 36 casos, el 40% de los tratados en el Servicio de Cirugía General y Digestivo.
Gran precisión en la intervención, mayor seguridad y más rapidez en la recuperación de los pacientes. Son algunos de los beneficios de la utilización de la asistencia robótica en los pacientes con obesidad mórbida. En el Hospital público Universitario de Getafe de la Comunidad de Madrid el 90% de los pacientes con sobrepeso son ya operados con asistencia robótica. Entre las principales ventajas de este tipo de cirugía destacan que el paciente tendrá estancias hospitalarias más cortas, así como una recuperación y reincorporación a su vida cotidiana más rápida.
Tras su puesta en práctica el pasado mes de noviembre, esta técnica se ha utilizado con 36 personas, el 20% de los177 intervenidos, y el 40% de los tratados en el Servicio de Cirugía General y Digestivo. En la Comunidad de Madrid ya son 12 los centros hospitalarios que han implementado este tipo de procedimientos, aumentando así en un 140% la dotación de estos cirujanos robóticos.
La consejera de Sanidad, Fátima Matute, ha asistido a una retransmisión en directo de un procedimiento de este tipo para de conocer los detalles de la mano del equipo quirúrgico.
“La incorporación de esta tecnología supone otro hito más en la gran labor de los profesionales de la Unidad de Obesidad Mórbida del Hospital de Getafe, que ya estaba consolidado como centro de referencia en esta área”, ha señalado Matute, y ha subrayado “el enorme salto de calidad asistencial y la seguridad que aportan” este tipo de equipamientos.
Matute también ha escuchado el testimonio de dos ciudadanos en los que su aplicación ha resultado un éxito. “No solo han perdido peso, sino que han reducido toda esa medicación asociada a los problemas - como la diabetes o la hipertensión - producidos por ese sobrepeso”, ha apuntado.
La cirugía robótica se presenta como una opción idónea para los pacientes con sobrepeso. Se trata de un dispositivo mínimamente invasivo que traduce de manera exacta los movimientos que el facultativo hace manualmente desde una consola a los brazos del aparato. Permite, además, una visión tridimensional del campo quirúrgico, de modo que el especialista trabaja casi como si estuviera dentro del cuerpo del enfermo.
Entre sus múltiples ventajas destaca la posibilidad de realizar suturas y reconstrucciones con gran precisión, reduciendo significativamente el riesgo de complicaciones durante y después de la intervención. Asimismo, requiere incisiones de menor tamaño que la laparoscopia manual, lo que conlleva menor dolor postoperatorio, cicatrices más pequeñas y de mejor estética y más seguridad ante posibles infecciones. Su uso también implica una pérdida de sangre mínima.
En el caso concreto de los pacientes con obesidad, los beneficios se multiplican: reducción de su tiempo de ingreso, pronta recuperación, posibilidad de hacer ejercicios de fisioterapia respiratoria y caminar de forma precoz. También disminuye el riesgo de trombosis, dando pie a una reincorporación más rápida a sus actividades cotidianas y laborales.
Tradicionalmente, la cirugía de los casos de obesidad extrema (aquellos con índice de masa corporal superior a 50 kilos por metro cuadrado) precisa de dos operaciones: una primera para la reducción de estómago, y otra, meses después, para la reconstrucción gastrointestinal. Gracias a la asistencia robótica, en el Hospital de Getafe se podrá realizar todo el procedimiento bariátrico en una sola sesión de quirófano. Además de los 36 pacientes de este perfil, en el complejo se ha intervenido con esta tecnología a 33 de Ginecología, 32 de Urología, 10 de Otorrinolaringología y 9 de Cirugía Torácica.
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