Avance médico
Se trata de un implante óptico intraóseo cuyo primer prototipo ha sido ya implantado en un modelo animal. Su objetivo es que en el futuro se puedan tratar patologías como el Párkinson.
Un grupo de investigadores de la Universidad de La Laguna en Tenerife, y el Hospital Universitario Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria, han desarrollado un nuevo dispositivo para medir la actividad cerebral, que ha sido implantado con éxito por primera vez en el mundo.
Se trata de un implante óptico intraóseo cuyo primer prototipo ha sido ya implantado en un modelo animal. El objetivo es, que en el futuro se puedan tratar patologías como el Párkinson, entre otras, con este dispositivo que permite enviar y recibir señales del cerebro de forma menos invasiva. Lo hace identificando patrones de activación de la corteza cerebral que envían señales rápidas de alta precisión a los músculos, cuya regulación es dada por núcleos cerebrales profundos.
Se crea así un modelo de control motor que influye en tratamientos clínicos y desarrollo tecnológico. Se ha desarrollado un implante óptico en miniatura, muy poco invasivo que se coloca en el espesor del cráneo. Es el primer implante cerebral que se coloca fuera del parénquima cerebral, compuesto por neuronas, células gliales y vasos sanguíneos, evitando así problemas de biocompatibilidad como edemas o inflamación que sí se dan con los implantes de microelectrodos actuales.
Por parte del Hospital Doctor Negrín, son los doctores Jesús Morera, Sara Bisshopp y Brian Melchiorsen junto con el veterinario anestesista, responsable del área de bienestar animal de la Unidad de Investigación del centro hospitalario quienes han formado parte de este proyecto.
La compleja cirugía se ha llevado a cabo con un robot quirúrgico que guía la trayectoria de implantación de los electrodos profundos y del prototipo de implante intraóseo. Dicho implante ha sido desarrollado por el equipo de investigación de la Universidad de La Laguna, liderado por Estefanía Hernández Marín, la actual investigadora que ha dirigido a equipos multidisciplinares en Ingeniería y Neurología en la Universidad y Hospital de California.
“Este proyecto ha implicado la superación de varios pasos y numerosos hitos, enfrentándonos a errores que hemos ido solventando, pues han sido muchas primeras veces. A partir de ahora, nos enfocaremos en tomar medidas de ambos implantes para desarrollar modelos de control motor que beneficien a pacientes con enfermedades motoras. ODIN ha sido el motivo de mi retorno a Europa, y me siento sumamente agradecida por haber liderado y ejecutado un proyecto tan innovador en mi país”, afirma la investigadora.
Además forman parte del equipo de investigación los doctores José Luis Mora y Francisco Marcano, y los ingenieros Óscar Pérez, Roberto Chávez y Zulema Castro. Todo esto ha sido enmarcado en el proyecto ODIN, un ejemplo de interfaz cerebro-ordenador, con dispositivos que facilitan la comunicación directa entre el encéfalo y un equipo externo.