Neurología
El Dr. Joan Camprodon, profesor de la Harvard Medical School, explica los beneficios de esta clase de tratamientos.
La Sociedad Española de Psiquiatría Clínica (SEPC) celebró el pasado viernes 27 de octubre las Jornadas de Actualizaciones en Neuromodulación, donde expertos internacionales acudieron para presentar y discutir las últimas innovaciones en técnicas de estimulación cerebral para la cura de enfermedades psiquiátricas, como la ansiedad, depresión, abusos de sustancias y el trastorno obsesivo compulsivo, entre otras.
El evento, hospedado en el Hospital Infanta Sofía de Madrid, acogió a más de cien profesionales del campo, entre ellos, una eminencia del mundo de la neurociencia y la neuropsiquiatría: el Dr. Joan Camprodon.
"Es una manera rápida e indolora que no requiere fármacos para curar las enfermedades mentales". Así habló el doctor sobre el proceso de estimulación electromagnética transcraneal, un tratamiento ya asentado en el mundo de la psiquiatría, que juega con los niveles de actividad cerebrales con el propósito de nivelar las irregularidades de los pacientes.
"El proceso consta de una pequeña bovina que se coloca sobre la cabeza y emite unas ondas electromagnéticas que, atravesando indoloramente la piel y cráneo del paciente, llegan al cerebro de manera localizada e incrementan o disminuyen la actividad de sus distintas partes", explica
"Condiciones como, por ejemplo, la depresión, son más bien un cúmulo de enfermedades distintas. Esto provoca que algunas áreas del cerebro se encuentren sobreestimuladas, y otras mucho menos activas. Mediante estímulos eléctricos, ayudamos a esas zonas a nivelarse para encontrar un estado de salud", añade.
Además, el Dr. Camprodon también subrayó la relación que esta clase de terapia guarda con los fármacos. "Muchas veces me han preguntado si este campo es el fin de los fármacos. Yo creo que no. La estimulación transcraneal electromagnética no es un elemento substitutivo, sino un complemento más para asegurar el bienestar de la gente."
Se trata, explica, de "procesos que duran entre tres y treinta minutos. Incluso, con la debida asistencia médica, se pueden llegar a desarrollar en casa. Es cierto que, a diferencia de los fármacos, la estimulación presenta efectos secundarios prácticamente nulos. No pasa por el riñón o por el hígado, va directamente al cerebro y es muy seguro."
Un tratamiento innovador y seguro que abre otra puerta más a aquellos en busca de ayuda. Solo queda aclarar una cosa: ¿Qué clase de persona debería barajar la idea de someterse a esta clase de procesos? "Donde tenemos más información y garantías son en casos de depresión, trastorno obsesivo compulsivo, tabaquismo y migrañas. Esto no quiere decir que no vaya a funcionar con otra clase de condiciones, pero es donde más seguros estamos de que funciona.", afirma el doctor.