Estudios científicos
Este estudio se basa en la eliminación de las proteínas tóxicas del cerebro a nivel circulatorio.
Cerca de 47 millones de personas en el mundo padecen la enfermedad del Alzheimer. Sin embargo, una investigación realizada por la científica española Inés Moreno, podría frenar la expansión de esta enfermedad, ya que en un modelo preclínico la cantidad de proteínas tóxicas del cerebro se reducirían hasta en un 80 por ciento, pues la agregación de las mismas supone la primera causa de muerte neuronal en la enfermedad.
Las proteínas tóxicas que se disminuirían se encuentran en la sangre, pero estas están en equilibrio con el cerebro, por lo que si aumentan aquí también lo harán en la sangre y por el contrario si disminuyen en la sangre también lo harán en el cerebro. De esta forma, la propuesta científica de Moreno se basa principalmente en eliminar todos esos agregados que dan la toxicidad a la proteína. Esta sería la diana terapéutica contra el Alzheimer.
Lo novedoso de todo esto es conseguir reducir las toxinas desde la sangre para evitar provocar su aumento en el cerebro, pues la científica de la UMA asegura que "si quitamos toxinas de la sangre, éstas drenarían del cerebro a la sangre de nuevo en busca del equilibro, mejorando los signos clínicos y la patología de la enfermedad".
Este tratamiento ya ha sido probado en modelos animales y sus resultados parecen evidenciar que una mejora de la capacidad de aprendizaje y de memoria, eliminando tanto las proteínas tóxicas mencionadas como otros factores que originan el desarrollo de la enfermedad.
El análisis de muestras sanguíneas ya está desarrollándose como alternativa a la neuroimagen para el diagnóstico de la enfermedad, hasta la fecha nunca se ha utilizado con el objetivo deseado este trabajo científico.
Una enfermedad que puede combatirse con dos alimentos claves
Este trastorno cerebral es presentado en la mayoría de los casos en adultos mayores de 60 años y sus síntomas principales son la mala memoria y la capacidad de pensamiento a largo plazo.
Sus primeros indicios suelen mostrarse en forma de cambios en el cerebro una década o más previa a la aparición de este padecimiento y para remediarlo, los profesionales de la salud consideran que lo más importante es llevar una buena alimentación basada en todos los grupos.
Sin embargo, un estudio del centro New England Journal of Medicine asegura que el café y el chocolate son dos superalimentos que nos ayudarían a combatir con esta enfermedad degenerativa, aunque su consumición de realizarse de forma moderada para evitar efectos contraproducentes en el cerebro.
De cualquier forma, la Universidad de Texas, en la que la científica Inés Moreno trabaja como profesora asociada, continuará la investigación del tratamiento a nivel clínico para seguir encontrando los mecanismos que logran una mejora de la enfermedad.