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Un estudio revela un nuevo posible síntoma de la demencia

Según el estudio, las patas de gallo podrían ser un síntoma de demencia.

Tratamiento casero contra las patas de galloNova Life

Las arrugas conocidas como patas de gallo, esas marcas alrededor de los ojos que suelen profundizarse con el paso del tiempo, podrían tener un significado más allá de ser un signo de envejecimiento. Según un estudio reciente, podrían estar relacionadas con un mayor riesgo de deterioro cognitivo e incluso demencia en los adultos mayores.

Investigadores de la Universidad Fudan, en China, han analizado datos de más de 200.000 personas para encontrar un posible vínculo entre el envejecimiento facial y los síntomas de demencia. Publicado en la revista 'Alzheimer's Research and Therapy', el estudio señala que tanto el envejecimiento facial percibido como el objetivo podrían actuar como indicadores de riesgo para la salud cognitiva.

Metodología del estudio

La investigación se dividió en dos partes. En la primera, se realizó un seguimiento durante 12 años a un grupo de personas con una edad promedio de 64 años. Los participantes indicaron si otras personas les habían dicho que parecían más jóvenes, mayores o de su edad. Al final del periodo, alrededor de 6.000 de ellos habían desarrollado algún tipo de demencia.

Los resultados mostraron que quienes parecían mayores de lo que realmente eran tenían un 61% más de probabilidades de desarrollar demencia. Además, presentaban un 23% más de posibilidades de padecer Alzheimer y un 74% más de probabilidades de sufrir otros tipos de demencia no especificada.

En la segunda parte del estudio, los investigadores tomaron fotografías de 612 hombres y mujeres con una media de 63 años. Estas imágenes fueron analizadas con un software especializado para identificar signos visibles de envejecimiento, como las arrugas en el área de las patas de gallo.

El análisis revela que las personas con más arrugas en esta zona tenían 2,5 veces más probabilidades de sufrir deterioro cognitivo. Según los expertos, esto podría deberse a factores como la exposición prolongada al sol, que no solo afecta la piel, sino también la salud del sistema neuroinmune, crucial para proteger las células cerebrales.

¿Qué significa esto para nuestra salud?

Aunque el estudio no establece una relación de causa y efecto directa, sí plantea un posible vínculo entre la apariencia facial y la salud cognitiva. Los investigadores sugieren que el envejecimiento de la piel inducido por la luz ultravioleta podría tener un impacto en el cerebro, según otros estudios previos realizados en animales.

A pesar de estos hallazgos, los expertos insisten en que las patas de gallo o el envejecimiento facial no deben ser considerados como un diagnóstico en sí mismos. Sin embargo, recomiendan prestar atención a la salud de la piel y tomar medidas preventivas, como protegerse del sol, para minimizar riesgos potenciales.

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