EN EL INSTITUTO TECNOLÓGICO DE MASSACHUSETTS

Estudian un medicamento capaz de eliminar los malos recuerdos

Los experimentos en ratones, que fueron expuestos a una experiencia traumática, han demostrado que es posible hacer desaparecer ese recuerdo de su mente. El fármaco se basa en el inhibidor HDAC2, que hace el cerebro maleable.

Hasta ahora, los pacientes con ansiedad por un capítulo traumático en su vida acuden a la psicoterapia. Este tratamiento les ayuda a volver a experimentar ese mal recuerdo pero en un entorno seguro con el fin de ayudar a superar su miedo. Sin embargo, esta terapia no siempre funciona, sobre todo cuando el evento traumático ocurrió muchos años antes.

Como planteamiento alternativo, neurocientíficos del MIT, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, está probando un medicamento que permitiría borrar esos malos recuerdos. Ese fármaco se basa en el inhibidor HDAC2, que hace a la mente maleable. De momento, el tratamiento se está realizando en ratones, aunque se espera que, una vez probado su éxito en este campo, este medicamento potencia la eficacia de la pscoterapia sola en los pacientes humanos.

Según Li-Huei Tsai, director del Instituto Picower del MIT para el Aprendizaje y la Memoria, "mediante la inhibición de la actividad de la HDAC2, el cerebro se vuelve más plástico, capaz de formar nuevos recuerdos muy fuertes que anularán los viejos recuerdos terribles". El nuevo estudio también revela el mecanismo molecular que explica por qué los recuerdos más antiguos son más difíciles de extinguir.

El laboratorio de Tsai ha demostrado previamente que, cuando se forman los recuerdos, la cromatina de las neuronas -el ADN anexado a las proteínas- se somete a una amplia modificación. Para la experimentación con ratones, primero les entrenaron para que tuviera miedo a una experiencia y luego han tratado de modificar ese recuerdo. Entre otros hallazgos, descubrieron que era posible cuando no habían pasado más de 24 horas desde el evento traumático. En cambio, era imposible eliminar ese temor pasado un mes.

Por eso, los investigadores decidieron tratar ratones que hubieran superado los 30 días desde ese mal recuerdo. Después del tratamiento, el trauma desapareció con la misma facilidad que en los ratones con recuerdos de 24 horas.

Los investigadores también encontraron que el tratamiento con inhibidores HDAC2 activa otros genes necesarios para la formación de la memoria. Además, se registró un aumento en el número de conexiones entre las neuronas en el hipocampo, donde se forman los recuerdos, y en la fuerza de la comunicación entre estas neuronas.

Los inhibidores de la HDAC2, que han sido aprobados para tratar el cáncer, también pueden ser útiles en el tratamiento de personas que sufren de fobias y otros trastornos de ansiedad. El laboratorio está estudiando ahora lo que sucede con esas 'huellas' de memoria al volver a la exposición a los recuerdos traumáticos en momentos diferentes.

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