COVID-19
Las nuevas variantes del coronavirus han duplicado los contagios en la séptima ola. En las últimas semanas ha habido un repunte de positivos y la comunidad sanitaria ya ha expresado su preocupación. "La pandemia está aun entre nosotros. Los números están de nuevo en fuerte aumento en Europa", ha alertado la comisaria de Salud de la Unión Europea, Stella Kyriakides.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha admitido que con la llegada del verano y un mayor flujo de movimiento esperaba "altos niveles" de COVID-19 en Europa. "Estos aumentos se están produciendo a pesar de las reducciones en las pruebas en algunos países, lo que significa que los casos que estamos viendo son solo la punta del iceberg", ha explicado Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general del organismo.
La realidad es que el 'boom' ha llegado de nuevo al continente, y especialmente a países como Francia, Italia y España. En nuestro país es especialmente notable en los mayores de 60 años, cuya incidencia es más elevada.
Síntomas del COVID-19
A pesar del drástico incremento de infecciones, lo cierto es que los síntomas de la COVID-22 son más leves que los de las variantes antecesoras, pero duran más tiempo, hasta 7 días. Entre ellos se encuentran la tos, fatiga, congestión nasal, dolor de garganta y cefalea. Además, los últimos estudios indican que estas subvariantes atacan más al aparato digestivo.
"A día de hoy, el SARS-CoV-2 produce una infección viral, como si se tratara de un catarro, y menos agresivo", detalla Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología.
Positividad retrasada
Lo curioso es que la expansión descontrolada de los BA.4 y BA.5, que escapan con mayor facilidad a la inmunidad de la vacuna, muestran una positividad retrasada. Así, los test de antígenos no detectan tan rápido la nueva variante del coronavirus, lo que provoca que muchos den por descartado el contagio de coronavirus y sigan haciendo vida normal.