Alimentación
Científicos de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, han publicado un nuevo estudio en el que analizaron más de 5.800 alimentos para evaluar su repercusión en nuestra salud. Un perrito caliente puede acortar tu vida hasta 36 minutos.
Tras un verano de excesos o caprichos, septiembre suele ser un mes de marcarse propósitos -junto con enero- y, entre los que más destacan es, mejorar la alimentación, o comenzar a hacer deporte.
Investigadores de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, han publicado un estudio en la revista 'Nature Food', tras analizar más de 5.800 alimentos pertenecientes a la dieta media estadounidense, donde se medían sus efectos en minutos de vida saludable ganados o perdidos.
Por ejemplo, comer un perrito caliente puede restar hasta 36 minutos de vida. Sin embargo, un puñado de frutos secos y semillas, alarga nuestro reloj vital unos 25 minutos. Alimentos como refrescos gaseosos altos en azúcares, hamburguesas dobles con queso, pizza alta en grasas, fiambres de estilo industrial y bacon, se incluyeron en la categoría de "minutos perdidos".
Por tanto, esta investigación, basada en un nuevo índice nutricional sobre la epidemiología, el Health Nutritional Index (HENI), se calcula la carga neta de salud beneficiosa o perjudicial, en minutos de vida saludable y asociada con una porción de la comida consumida.
A su vez, estos los compararon con datos obtenidos a través del Índice Nutricional de Salud, que tiene en cuenta todos los aspectos del ciclo de vida de un producto, desde que se produce o se cosecha, se procesa, se consume y se desecha, así como lo calórico y nutricionalmente beneficioso o perjudicial que es un alimento.
Además, se halló que, sustituir el 10% de la ingesta calórica diaria de carne de res y carnes procesadas, por una mezcla de frutas, verduras, nueces, legumbres y mariscos, podría reducir su huella de carbono en la dieta hasta un tercio, y además permitiría que las personas ganen 48 minutos de minutos saludables por día.