Alimentación
Las uvas son una de las frutas presentes en la dieta mediterránea y en los últimos años ha aumentado su superficie de producción. Los expertos recomiendan cualquiera de las variedades de esta fruta.
Con la llegada de septiembre comienza tradicionalmente el momento álgido de la recogida de una de las frutas básicas que componen nuestra querida y apreciada dieta mediterránea: la uva. Como punto final a una comida, como picoteo a media tarde o como parte del desayuno entre los más comprometidos con los buenos hábitos alimenticios. Lo cierto es que, en los últimos años, el número de hectáreas dedicadas a su producción de las distintas variedades de uvas ha despuntado hasta convertirse en la segunda con mayor crecimiento, con un 4,4% de media en el último lustro, solo por debajo de la superficie dedicada a las frutas tropicales (9,8%), según los últimos datos del Ministerio de Agricultura.
Los tipos de uvas en España son fundamentalmente 3: uvas blancas, uvas rojas o uvas negras. Y a partir de ahí todas las derivadas que queramos incluir en cuanto a con o sin pepitas y sus decenas de variedades. El color del fruto, la época y tiempo de maduración y el transporte condicionará el aroma, sabor y características finales.
A diferencia que las destinadas a la industria vinícola, la uva de mesa se caracteriza por ser más carnosa y tener una pulpa particularmente jugosa como resultado de un cultivo que busca los climas más cálidos.
El gran beneficio de las uvas, el aporte de energía
Si por algo destaca la uva respecto a otras frutas es por su aporte en hidratos de carbono. Así lo asegura la Fundación Española de Nutrición (FEN) que, no obstante, señala que hay que desechar cualquier referencia generalizada que lo relacione como "una fuente de" o "alto contenido en". El reglamento europeo relativo a las declaraciones nutricionales de los alimentos lo impide. Sin embargo, la FEN sí resalta que el consumo de esta fruta, independientemente del tipo que tengamos delante, tiene unos valores beneficiosos por su aporte de potasio, vitamina B6 y vitamina C.
El valor nutricional de las uvas de mesa no es el mismo en todas sus clases y varía según se trate de uvas blancas o negras, pero todas ellas tienen el común denominador de proporcionar un gran aporte de energía por su alto índice de carbohidratos respecto a otros alimentos de su grupo.
Además, la principal característica de esta fruta es que contiene hidratos de asimilación rápida como glucosa, la fructosa, sacarosa, dextrosa y levulosa. ¿Qué quiere decir esto? Sencillamente que proporcionan un pico en los niveles de azúcar en sangre muy rápido, una cualidad que hace muy interesante su consumo, por ejemplo, después de la actividad física intensa o durante pruebas deportivas de larga duración.
Propiedades nutricionales de la uva
Según su tabla nutricional, una ración de 160 gramos de uva aporta 99 kcal de energía y hay que destacar que casi el 70% es agua (119 gramos). Respecto a los macronutrientes, esta cantidad aporta 23 gramos de carbohidratos y, sobre los micronutrientes, destacan los 360 mg. de potasio, los 24,5 mg. de calcio y los aportes en Vitamina A y C. Una razón más para incorporarla a nuestros hábitos alimentarios.