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Algunos padres defienden la idea de que los niños no deben ser vacunados, "estos argumentos a veces se basan en la falta de información", asgeura la doctora Hernández-Sampelayo, "incluso por miedos mal explicados". La doctora confía en los métodos de confirmación de los métodos con los que se validan los tratamientos.
"Está demostrado que las vacunas son eficaces y seguras para hacer desaparecer las enfermedades", confirma la doctora. "Desde que se empezó a dispensar la vacuna de la difteria, en concreto, había 60.000 casos de difteria al año, y 5.000 muertes", adelanta Hernández-Sampelayo, "podemos celebrar que desde el año 86 no ha habido ningún caso de difteria en España".
"Treinta años sin enfermedad", asegura, "y eso es gracias a las vacunas", concluye.