Coronavirus
La reducción de contagios tiene su reflejo directo en las urgencias hospitalarias y Madrid fue una de las comunidades que vivió una situación límite. César Carballo, adjunto de Urgencias del Hospital Ramón y Cajal, responde en directo a las preguntas de Matías Prats y Mónica Carrilo en Antena 3 Noticias Fin de Semana.
¿Cuál es la situación del servicio de urgencias en el Ramón y Cajal?
Empezamos a salir de la sobreafluencia que teníamos. El problema es que nos enfrentamos ahora a una segunda ola, que es la de los pacientes sin coronavirus, que ahora empieza a haberlos porque es la única puerta a un sistema especializado. Tenemos que mantener un doble sistema de atención, tanto a covid como a no-covid y los servicios se están empezando otra vez a llenar.
¿Cómo están, han pasado ya los test?
Sí, empezamos a pasar los test de una manera lenta todavía y empezamos a ver la luz. El problema tiene muchas aristas, no solamente se explica por el asunto de los EPIs y la falta de material, sino que además habría que pensar en darle una vuelta a las plantillas, a los espacios, a los turnos de trabajo, que fueron problemas que detectamos hace varios años, cuando avisamos de que se podía producir una pandemia y de que no estábamos preparados. Esto hay que tenerlo planificado para la próxima, que probablemente venga y no tardando demasiado.
¿Las urgencias de los hospitales serán el termómetro que nos indique la evolución de la pandemia?
Las urgencias es un buen sitio para detectar si va a haber una segunda ola o no. El problema es que lo piensa la gente y los sanitarios, pero este gobierno no ha pensado en nosotros. En el protocolo de urgencias en ningún punto aparecen los sistemas de urgencias como indicadores para hacer frente o darnos cuentas de si hay una segundo ola o un segundo pico, lo que nos ha dejado un poco pasmados. Las camas de UVI son indicadores reactivos mientras que los preditivos pueden ser las llamadas al SUMMA-112 o las camas de urgencias.
¿Cree que la atención primaria está preparada o hay que reforzarla?
El sistema sanitario español es muy buen sistema y ya estaba preparado. Efectivamente, hay que reforzar el sistema sanitario porque no solo nos vamos a enfrentar ahora a los coletazos del covid a la segunda ola de pacientes que llevaban 50 días sin tener sus citas, sus tratamientos, sin haberse operado, etc. Aunque todo fuese bien, nos va a venir bien para todo lo que está pendiente. Hay que dejar de pensar en 'gasto' del sistema sanitario y empezar a pensarlo como 'inversión', pero una cosa es pensarlo, otra ponerlo en un papel y otra hacerlo realidad.
Por ejemplo, en mi servicio el 35% de la plantilla ha sido baja y los que hemos quedado estamos francamente agotados. La tasa de ansiedad y depresión se ha visto multiplicada por cuatro. Necesitamos una ayuda porque viene el verano, que es una época muy mala.