VARIAS RECOMENDACIONES PARA EVITAR ESTAS ENFERMEDADES
Empezando por los colchones, aquellos que vienen con una etiqueta ignífuga que garantiza que son seguros ante un incendio pueden no serlo tanto para la salud. Muchos expertos temen que los tratamientos utilizados para hacer que los colchones sean seguros contra incendios, o para prevenir el crecimiento de hongos, involucren una serie de químicos que ponen en peligro la salud.
Según recoge Daily Mail, David Gale, de Gale & Snowden, una firma de arquitectura ecológica, asegura que estos "productos químicos pueden filtrarse en el polvo de la habitación y pueden ser respirados". Por ello, la mejor defensa es mantener la habitación lo menos polvorienta posible y bien ventilada.
En cuanto a las alfombras de pelo, pueden contener niveles crecientes de polvo interior, alérgenos y microorganismos. Además están asociadas con un mayor riesgo de efectos cognitivos leves, síntomas irritativos y asma.
Los principales culpables son los ácaros del polvo, específicamente sus desechos, que pueden causar reacciones alérgicas. Los pisos de madera son una mejor opción, pero si prefiere en una moqueta suave en el dormitorio, debe aspirarla regularmente.
En la almohada puede tener compañeros de cama no deseados. Un estudio de la Universidad de Manchester descubrió que "la almohada contiene una cantidad sustancial de hongos". Las esporas de estos hongos se encuentran en el aire, pero solo cuando encuentran un lugar cálido y húmedo pueden crecer, y las almohadas y los edredones son ideales para ello.
Además, las almohadas y los edredones también pueden agravar el acné, las manchas y otros tipos de inflamación de la piel. Para minimizar el crecimiento de hongos, hay que secarse el cabello antes de ir a la cama, airear las almohadas y los edredones una vez a la semana y reemplazar las almohadas por lo menos cada dos años.