Dietas
La experta en salud y bienestar Marisa Navarro nos cuenta cómo las dietas juegan una mala pasada a nuestro organismo. Además explica qué es el hambre emocional.
Detente tres minutos ante un plato de comida. El tiempo se para. Te planteas si de verdad te apetece comer ese bombón de chocolate o un aperitivo cualquiera. Quizás terminas dándote cuenta de que no es beneficioso para tu organismo y para tu salud mental. Y acabas apartándolo de tu vista. Es el método creado por la doctora Marisa Navarro, experta en salud y bienestar emocional. Cuenta para la Newsletter de Antena 3 Noticias cómo podemos luchar contra el hambre emocional.
"Es esa compulsión que tenemos por comer, por picar, sobre todo en los momentos en que solemos comer... realmente no es calmar un hambre físico", dice. La especialista, que acaba de publicar su cuarto libro 'La Alimentación Emocional', está segura de que recurrimos en muchas ocasiones a comidas viciosas "para calmar sentimientos negativos", aunque "no lo conseguimos en absoluto".
"Todo lo contrario, lo que lo que conseguimos es más bien estropearlo, sentirnos culpables, sentirnos mal porque nos hemos dado el atracón", apunta. Para controlar el hambre emocional, es clave el poder de la mente. "El hambre emocional no se calma comiendo, se calma queriéndonos", dice.
Marisa Navarro habla de un método que utiliza con sus pacientes para que puedan superar sus trastornos alimenticios. Es la técnica de los tres minutos.
"Con que dediques tres minutos a mirarlos -explica señalando un plato con dos bollos de chocolate- te cambia todo totalmente". En esos instantes piensas, razonas y te cuestionas si realmente te apetece comértelo. Puede que sí, aunque si no tienes un hambre físico es muy probable que no te lo lleves a la boca.
"No te lo vas a querer comer porque además, si nos queremos, ¿por qué nos maltratamos con la comida?", asegura Navarro.
Otra de las cosas que no se ven en relación al hambre emocional es el atractivo que tienen para nuestra vista las comidas altas en carbohidratos. La razón, según la especialista, está en que "suben rápidamente la curva de glucosa".
"Eso nos produce un placer", aunque la sensación no dura mucho tiempo. Posteriormente, suelen aparecer pensamientos negativos. Y para remediarlo, lo mejor es recurrir a "todos los grupos de alimentos", de forma "saludable".
La doctora cree que hay que disfrutar de la comida. "¿Por qué no hacemos lo que es bueno para nosotros, lo que es saludable?", cuestiona.
Ella se autodefine como "antidieta". "La palabra dieta ya de por sí sienta mal", dice. Uno de los factores por los que considera que estar a régimen no es beneficioso ni para el organismo ni para la mente está en la restricción. "Algo que es fundamental es nuestro poder de elegir y una dieta no te deja elegir", asegura.
"En mi libro explico que gran parte del sobrepeso que hay en nuestra sociedad es debido a las dietas". Para luchar contra el sobrepeso es necesario antes de seguir un orden en la alimentación "cambiar los pensamientos". Solo así será posible el "cambio de hábitos a largo plazo".
Acabarás dándote cuenta que "esa nueva forma de comer esa nueva forma de alimentarte es la más sana, la más saludable y la mejor para ti". Aunque para conseguir este objetivo se necesita constancia y una confianza interna.
Hay muchas personas que "dieta tras dieta no ven conseguir su objetivo" y que terminan padeciendo trastornos alimenticios y depresiones. "Ya sabes, los pensamientos negativos engordan", concluye.