UN ESTUDIO PUBLICADO EN Nature Communications
Investigadores del Laboratorio Europeo de Biología Molecular en Roma, Italia, han diseñado una nueva técnica que suprime los nervios responsables del dolor neuropático usando una luz parecida al infrarrojo. Los resultados podrían ayudar a desarrollar un alivio efectivo para el dolor crónico.
Según publica Medical News Today, el dolor neuropático es causado por daño o enfermedad en diferentes partes del sistema nervioso. Sus síntomas exactos varían de persona a persona, y van desde sensaciones extrañas hasta dolor intenso.
En algunos individuos, una ligera brisa puede provocar incomodidad significativa, mientras que en otros, mover un solo cabello puede suponer un dolor insoportable. El dolor neuropático todavía no tiene tratamientos seguros y efectivos que funcionen para todos.
Con mayor frecuencia, las personas con dolor neuropático controlarán sus síntomas con medicamentos antiinflamatorios sin esteroides, opiáceos o antiepilépticos, todos los cuales tienen efectos secundarios desagradables y ninguno de ellos es eficaz para todos. Además, está comprobado que los opiáceos conllevan un riesgo significativo de adicción.
Investigadores del Laboratorio Europeo de Biología Molecular han diseñado un enfoque innovador para el dolor neuropático. Sus últimos hallazgos fueron publicados recientemente en la revista Nature Communications.
La investigación, dirigida por Paul Heppenstall, utiliza un enfoque completamente nuevo. En lugar de buscar mensajeros moleculares, han logrado identificar el subgrupo de células nerviosas que son responsables de la hipersensibilidad al dolor, y han concentrado sus esfuerzos en calmar a las células culpables.
Descubrieron que una subpoblación de neuronas sensoriales que expresan un receptor llamado tropomiosina receptor quinasa B (TrkB) es responsable de generar niveles desproporcionados de dolor. Para influenciar estos nervios, el equipo diseñó un químico sensible a la luz que se une específicamente a los receptores TrkB.
Los investigadores inyectaron este producto químico en la piel de ratones con dolor neuropático. Una vez que el compuesto se había unido a los receptores, los bombardearon con luz infrarroja cercana. Esto provoca que las terminaciones nerviosas se retraigan de la superficie de la piel, lo que las hace menos propensas a activarse.
Los ratones con dolor neuropático retiran rápidamente su pata después de un toque ligero. Pero una vez que se llevó a cabo la terapia, sus reflejos volvieron a la normalidad. Es importante destacar que el tratamiento fue efectivo durante varias semanas, hasta que las terminaciones nerviosas depiladas volvieron a crecer.
Heppenstall y sus compañeros planean continuar con este trabajo. "El objetivo es resolver el problema del dolor tanto en humanos como en animales", ha concluido.