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Día Mundial del Parkinson

Día Mundial del Parkinson 2021: ¿Es hereditario? ¿Cuál es la esperanza de vida? Todas las dudas sobre la enfermedad

El 11 de abril se conmemora el Día Mundial del Parkinson, una de las enfermedades neurológicas degenerativas más comunes hoy en día. Descubre cómo pueden influir los factores genéticos en su aparición y cómo puede afectar a la esperanza de vida de quien la padece.

Día Mundial del Parkinson 2021: ¿Es hereditario? ¿Cuál es la esperanza de vida? Todas las dudas sobre la enfermedadAntena 3 Noticias

Este domingo 11 de abril se celebra el Día Mundial del Parkinson 2021, una jornada orientada a visibilizar y sensibilizar sobre esta enfermedad que, según la Sociedad Española de Neurología, afecta a unas 160.000 personas en nuestro país y a cerca de 7 millones de personas en todo el mundo.

El Día del Parkinson tiene su origen en 1997, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo oficializó y declaró el 11 de abril. Concretamente se escogió ese día coincidiendo con el aniversario del nacimiento de James Parkinson, el neurólogo británico que, en 1817, descubrió lo que en aquel momento se llamó ‘parálisis agitante’ y que hoy conocemos como enfermedad de Parkinson.

Después del alzhéimer, el párkinson ya es la enfermedad neurodegenerativa más común en España aunque, a diferencia de la primera, el párkinson no causa demencia. Lamentablemente, en la mayoría de casos, se desconoce las causas que provocan esta enfermedad y, por ello, en este día se reivindica también un mayor apoyo e inversión en investigación y tratamientos para paliar sus efectos.

¿Es el párkinson una enfermedad hereditaria?

El párkinson se da cuando se atrofian o mueren las neuronas en el cerebro, en especial, aquellas situadas en un área conocida como sustancia negra. Esas neuronas son las encargadas de producir la dopamina, una hormona neurotransmisora que regula los movimientos del cuerpo. Por ello, cuando se detiene la producción de dopamina, es cuando se desarrolla el párkinson y sus efectos. Esto hace, por lo tanto, que la persona con esta enfermedad tenga problemas para controlar el movimiento de su cuerpo.

Los síntomas van apareciendo de forma progresiva afectando algunas zonas del cuerpo como manos, brazos, piernas y cara para luego extenderse a todo el cuerpo, causando rigidez motora y problemas de equilibrio y coordinación.

El hecho de que la enfermedad sea hereditaria o no, es algo que preocupa tanto a padres como a hijos. En relación al párkinson, los expertos señalan que tener un familiar cercano que lo sufra, aumenta el riesgo de padecerlo también entre un 3% y un 7%. De todas formas, hay que destacar que, aunque las condiciones genéticas supongan una amenaza, no justifican que la enfermedad se desarrolle. Se puede decir, por lo tanto, que una persona podría presentar la mutación del gen pero nunca llegar a desarrollar la enfermedad, aunque sus hijos sí tendrían altas probabilidades de sufrirla.

¿Cómo puede afectar a la esperanza de vida?

Como ocurre con otras patologías neurodegenerativas, el párkinson está estrechamente vinculado a la edad y supone un notable deterioro de la calidad de vida de aquellas personas que lo padecen. Su diagnóstico precoz, además, puede ser complicado ya que sus síntomas son leves e inespecíficos.

Tanto el pronóstico como la evolución de la enfermedad dependerán de cada persona y de la respuesta que esta ofrezca al tratamiento. La evolución de los síntomas puede desarrollarse durante más de veinte años aunque, en algunos casos, también puede evolucionar más rápidamente.

Son varios los factores de riesgo que aumentan las posibilidades de desarrollar esta enfermedad. Una de ellas es el sexo de la persona ya que la población masculina es ligeramente más propensa que las mujeres a padecer párkinson. Además, la edad es otro factor a tener en cuenta porque es a partir de los 60 años cuando aumentan las posibilidades de desarrollar la enfermedad.

Cabe añadir que la investigación sobre el párkinson ha avanzado notablemente en los últimos años haciendo posible la mejora de calidad de vida y el aumento de esperanza de vida de aquellos que lo padecen. En este Día Mundial del Parkinson, queda pedir que las investigaciones sigan avanzando para acercarnos lo máximo posible al diagnóstico precoz de la enfermedad y, en el mejor de los casos, a su prevención.