FIebre
Son numerosos los remedios que aplicamos cuando buscamos bajar la fiebre, pero ¿funcionan todos? ¿qué nos recomiendan los expertos?.
Determinados avisos nos ponen en alerta y nos obligan a reaccionar. Ocurre a diario en nuestro entorno, pero también en nuestro propio organismo. Debemos estar atentos a las señales que nos envía cuando algo no funciona bien. La más común, la fiebre. Si nuestra temperatura corporal sube y empezamos a tiritar lo que más nos apetece es taparnos, buscar el calor y que la fiebre se vaya con el sudor, ¿es una buena idea? La ciencia nos da la respuesta.
"Lo primero que debemos aclarar es que la fiebre no es en sí una enfermedad sino la respuesta de nuestro cuerpo a una infección", explica Patricia Barciela, divulgadora científica de la DOMUS. El sistema inmunológico combate el virus o las bacterias que la producen y en esa batalla sube nuestra temperatura.
Con fiebre alta podemos sentir temblores y escalofríos, pero taparse es un error. "Favorece la deshidratación por lo que, lo mejor, es hacer justo lo contrario. Debemos refrescarnos". Ya sea con un baño de agua tibia o aplicando paños mojados en la frente, el estómago y las axilas. Vístete con ropa ligera y bebe para mantenerte hidratado. Evita comidas altas en carbohidratos, "son preferibles frutas y vegetales que aportan mucha agua al organismo. Las infusiones también son recomendables", afirma Barciela.
Té de lechuga, milenrama, fenogreco o jengibre… tenemos toda una batería de remedios naturales que ayudan a evitar la descompensación de nuestro organismo cuando tenemos fiebre. Eso sí, vigila su evolución en las primeras 48 horas. Si no se produce un alivio y se complica con dificultad para respirar, dolor en el pecho, cefalea o vómitos, consulta a tu médico. La prevención comienza por uno mismo.