EXISTEN MUCHAS TEORÍAS
Las primeras formas para lavarse los diente surgieron en el 3.000 antes de Cristo y desde entonces parece que no se ha llegado a una unanimidad en torno a cuál es la mejor forma de dejar la dentadura y boca limpias. De vez en cuando se reaviva el debate en las redes sociales o en cadenas de WhatsApp.
Hay quienes siempre mojan el cepillo de dientes antes de aplicar la pasta de dientes, en un intento de hacer que la pasta de dientes se pegue al cepillo y ablande las cerdas antes del cepillado. En el otro lado están aquellos que se mojan el cepillo de dientes después de poner la pasta de dientes, para asegurarse de que se convierte en una espuma. Además, están aquellos que hacen ambas cosas y otras personas que no hacen ninguna de las dos.
El dentista Luke Thorley, al que cita el diario 'Metro', señala que "realmente no importa" siempre y cuando uno se cepille los dientes correctamente, y añade que "no hay prueba concreta que sugiera que un método es mejor que otro'.
Sin embargo, doctor Raha Sepehrara no está de acuerdo y su equipo de odontólogos e higienistas desaconseja mojar el cepillo de dientes, ya que "esto puede diluir la pasta de dientes y reducir sus efectos". De hecho, este experto indica que si te gusta mojar el cepillo de dientes para suavizar las cerdas, probablemente deberías estar usando un cepillo de dientes con cerdas más suaves.
En cualquier caso, ambos dentistas coinciden en que si se quiere mojar el cepillo de dientes antes o después de aplicar pasta de dientes, hay que mantener al mínimo la cantidad de agua que usa: un cepillo de dientes empapado y una pasta de dientes diluida significará que se reducirá la eficiencia del cepillado.