Coronavirus
La tos es uno de los síntomas más habituales del COVID-19, junto con otros como la fiebre, el dolor muscular y de cabeza y el cansancio. No obstante, cabe destacar que no siempre aparecen todos a la vez tras el contagio.
Tal y como explican los expertos, la COVID-19 desaparece en un promedio de 36 días después de que surjan los primeros síntomas. Sin embargo, el tiempo de recuperación después del positivo depende directamente del nivel de gravedad y de parámetros como la edad, el sexo y el estado de salud del paciente. Aunque la media se sitúa entorno a los 15 días.
¿Cuánto dura la tos provocada por el COVID-19?
En el caso de la tos no hay estudios que confirmen un periodo de duración exacta, aunque en algunos casos se ha convertido en uno de los síntomas más claros de COVID-19 persistente. De hecho, según los resultados de la encuesta de Covid Persistente realizada por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) en colaboración con Long Covid Acts Spain, durante el periodo de julio a octubre de 2020, un 74,3% de pacientes contagiados mantuvieron este síntoma tras el periodo establecido.
En este contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que "las personas de cualquier edad que tengan fiebre o tos y además respiren con dificultad, sientan dolor u opresión en el pecho o tengan dificultades para hablar o moverse deben solicitar atención médica inmediatamente".
Séptima ola imparable
Con la aparición de nuevas variantes como Centaurus, que ya ha sido detectada en más de 10 países, y el fin de las restricciones, la séptima ola del coronavirus parece haberse vuelto imparable. De hecho, el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) ha afirmado que los nuevos sublinajes están provocando un aumento significativo de los positivos y ha advertido que "serán los dominantes en toda la Unión Europea". Precisamente este incremento de los contagios está teniendo mayor incidencia en los mayores de 60 años.