¿Cuándo debo usar o tomar antibióticos?

A los primeros síntomasde una enfermedad, como fiebre o resfriado, nuestra primera reacción puede ser recurrir a aquellos fármacos que ya comprobamos que fueron eficaces y nos curaron. Abrimos el botiquín y atacamos la infección con todo el armamento, incluido los antibióticos. Sin embargo, esta decisión es arriesgada. Un uso incorrecto de los antibióticos resulta perjudicial para nuestra salud.

En medicina, como en otros campos, debemos emplear la herramienta correcta. "Los antibióticos sirven para tratar las infecciones producidas por bacterias", nos explica la química Concepción González, del CIQUS de la Universidad de Aantiago de Compostela. Acaban con estos microoganismos o detienen su reproducción y salvan vidas, sí, pero no son la solución ante las infecciones generadas por virus, como los catarros o las gripes. En este caso, los antibióticos, simplemente, son ineficaces.

Consecuencias de tomar antibióticos sin prescripción

"El problema añadido es que si los usamos en exceso, sin la prescripción de un médico, contribuimos a que las bacterias muten y se hagan más resistentes al medicamento", añade la científica. Esto es importante ya que las infecciones con bacterias resistentes implican tratamientos más prolongados e, incluso, hospitalizaciones. Un dato. La ONU advierte de que en 2050 habrá más fallecimientos por resistencias bacterianas que por cáncer.

Como pacientes debemos contribuir a conservar la eficacia de los antibióticos, esa es la clave. Tómalos exclusivamente tras consultar con un profesional sanitario. No los conserves ni los consumas porque te los recetaron anteriormente. Es un error, al igual que compartirlos con un familiar o conocido. Como medida de prevención, extrema la limpieza de manos y la higiene en la manipulación de alimentos. Ayudará a detener la propagación de infecciones resistentes a los antibióticos.