Salud

Aceites

El consumo de estos aceites para cocinar podría estar vinculado al aumento de cáncer de colon en jóvenes

Un estudio realizado en Estados Unidos señala que los lípidos bioactivos presentes en estos aceites podrían favorecer la inflamación y el crecimiento de tumores

Varias botellas de aceite de girasol.EFE

El consumo de aceites de semillas, como los de girasol, canola, maíz y semilla de uva, podría estar relacionado con el incremento de los casos de cáncer de colon en jóvenes estadounidenses, según un estudio financiado por el gobierno de Estados Unidos. Los resultados de esta investigación, llevada a cabo por la Universidad del Sur de Florida y publicada en la revista Gut, sugieren que estos aceites contribuyen a la formación de lípidos bioactivos, compuestos microscópicos de grasa que promueven la inflamación en el cuerpo.

El análisis, que se realizó con muestras de tumores de 81 pacientes con cáncer colorrectal, reveló que aquellos que padecían la enfermedad presentaban niveles significativamente más altos de lípidos bioactivos en comparación con las grasas consideradas saludables. Este hallazgo ha generado preocupación, ya que la inflamación crónica y la incapacidad del cuerpo para combatir los tumores se asocian con la presencia de estos lípidos.

El peligro de los lípidos bioactivos

Los lípidos bioactivos, que se forman cuando el cuerpo descompone los aceites de semillas, están vinculados a la inflamación crónica, un proceso que contribuye al desarrollo de diversas enfermedades, incluido el cáncer. Según los expertos, la inflamación no solo estimula el crecimiento de los tumores, sino que también reduce la capacidad del organismo para combatir las células cancerosas.

Los investigadores del estudio explicaron que, si bien no todos los aceites son perjudiciales, los aceites de semillas pueden provocar la acumulación de estos compuestos en el cuerpo cuando se consumen en exceso. "El estadounidense promedio consume casi 100 libras de aceites de semillas al año", señalan, un aumento considerable en comparación con la década de 1950, cuando la cifra era mucho menor.

Mejor optar por aceites más saludables

Ante la evidencia obtenida, los investigadores sugieren limitar el consumo de aceites de semillas y optar por alternativas más saludables, como el aceite de oliva o el de aguacate, ambos ricos en ácidos grasos omega-3. Estos aceites no solo carecen de lípidos bioactivos peligrosos, sino que también se asocian con beneficios para la salud cardiovascular.

Sin embargo, esta recomendación ha suscitado debate entre las principales organizaciones de salud en Estados Unidos. Entidades como la Asociación Americana del Corazón sostienen que el consumo moderado de aceites de semillas no supone un riesgo significativo para la salud. La agencia afirmó a principios de este año que "no hay razón para evitar los aceites de semillas y muchas razones para comerlos", y subrayó que podrían reducir el colesterol y el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

A pesar de las conclusiones del estudio, las autoridades de salud de Estados Unidos insisten en que el consumo moderado de aceites de semillas no debería representar un peligro. La Asociación Americana del Corazón ha reiterado que estos aceites pueden ser parte de una dieta equilibrada y que su ingesta, dentro de los límites recomendados, no está relacionada con la inflamación crónica ni con un aumento en el riesgo de cáncer.

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