ESTUDIO DE LA UNIVERSIDAD DE YORK
Las concentraciones de antibióticos que se encuentran en algunos de los ríos en todo el mundo exceden los niveles seguros hasta por 300 veces, según el primer estudio mundial que han realizado investigadores de la Universidad de York (Reino Unido).
En su trabajo, que se presenta en la reunión anual de la Sociedad de Toxicología y Química Ambiental (SETAC, por sus siglas en inglés), los científicos buscaron 14 antibióticos de uso común en ríos de 72 países de seis continentes y encontraron antibióticos en el 65% de los sitios monitoreados.
El metronidazol, que se utiliza para tratar las infecciones bacterianas, incluidas las infecciones de la piel y la boca, superó los niveles seguros por el mayor margen, con concentraciones en un lugar de Bangladesh 300 veces mayores que el nivel seguro. En el río Támesis y uno de sus afluentes en Londres, los investigadores detectaron una concentración máxima total de antibióticos de 233 nanogramos por litro (ng/l), mientras que en Bangladesh la concentración fue 170 veces mayor.
El antibiótico más prevalente fue la trimetoprima, que se detectó en 307 de los 711 lugares analizados y se utiliza principalmente para tratar infecciones del tracto urinario.
El equipo de investigación comparó sus datos con los niveles seguros establecidos recientemente por la AMR Industry Alliance que, dependiendo del antibiótico, oscilan entre 20 y 32.000 ng/l. La ciproflaxacina, que se utiliza para tratar varias infecciones bacterianas, fue el compuesto que con mayor frecuencia superó los niveles de seguridad, superando el umbral de seguridad en 51 lugares.
Los límites seguros se excedían con mayor frecuencia en Asia y África, pero que los ríos de Europa, América del Norte y América del Sur también tenían niveles de preocupación que mostraban que la contaminación por antibióticos era un "problema mundial". Los lugares donde los antibióticos excedieron en mayor medida los niveles seguros fueron Bangladesh, Kenia, Ghana, Pakistán y Nigeria, mientras que un río austríaco fue clasificado como el peor de los europeos analizados.
Según sus hallazgos, los ríos de alto riesgo solían ser cercanos a los sistemas de tratamiento de aguas residuales, los vertederos de desechos o de aguas residuales y en algunas zonas de agitación política, incluidas las fronteras israelí y palestina.
Este proyecto supuso un enorme reto logístico, ya que 92 kits de muestreo fueron enviados a socios de todo el mundo a los que se les pidió que tomaran muestras de los lugares a lo largo de su sistema fluvial local. Las muestras se congelaron y se enviaron a la Universidad de York para su análisis. Se tomaron muestras de algunos de los ríos más emblemáticos del mundo, como el Chao Phraya, el Danubio, el Mekong, el Sena, el Támesis, el Tíber y el Tigris.
"Los resultados son bastante reveladores y preocupantes, lo que demuestra la contaminación generalizada de los sistemas fluviales de todo el mundo con antibióticos. Muchos científicos y responsables políticos reconocen ahora el papel del medio ambiente natural en el problema de la resistencia a los antimicrobianos. Nuestros datos muestran que la contaminación de los ríos con antibióticos podría ser un factor importante.
Resolver el problema va a ser un reto gigantesco y requerirá inversiones en infraestructura para el tratamiento de desechos y aguas residuales, una regulación más estricta y la limpieza de lugares ya contaminados", ha explicado el doctor Alistari Boxall, uno de los responsables del trabajo.