Cuidado de la piel
Cuidar la piel en verano es fundamental para mantenerla sana y radiante.
El verano es una época del año delicada para la piel, ya que está expuesta a múltiples factores que pueden afectar su salud, como la radiación solar, el calor, la humedad, el sudor y la contaminación.
Por esta razón, es importante tomar medidas para cuidar la piel durante los meses de verano, de esta manera se verá sana, luminosa y bonita. A continuación, te damos algunos consejos para cuidar la piel en agosto. ¡Toma nota y luce una piel perfecta!
En primer lugar, debes protegerte de los rayos del sol. Para ello, es fundamental utilizar un protector solar de amplio espectro con un SPF de, al menos, 30. Pero siempre es más recomendable las cremas faciales de factor 50. Además, es necesario aplicarla cada 2 horas, y siempre después de nadar o sudar.
En este sentido, es recomendable evitar la exposición directa al sol durante las horas centrales del día, entre las 12 y las 16h, cuando los rayos UV son más intensos. En caso de tener que salir al sol, usa sombreros, gafas o ropa protectora para reducir la exposición.
El verano puede ser una época en la que la piel se seca fácilmente debido al calor y el sudor. Por esta razón, es importante mantener la piel hidratada echándote cremas diarias, bebiendo suficiente agua y aplicando una crema nocturna antes de dormir.
La piel del rostro es especialmente delicada y puede ser propensa a la irritación durante el verano, por lo que es imprescindible el cuidado facial. Es importante utilizar productos adecuados para cada tipo de piel y evitar el uso de productos agresivos.
Procura lavarte la cara con jabón cada mañana y cada noche (aunque no te hayas echado maquillaje). Esto es fundamental para que tu piel luzca sana y brillante. E intenta, al menos una vez en semana, exfoliar tu tez. ¡Ya verás qué suavidad después de realizar este paso!
La piel del cuerpo también necesita cuidados especiales en verano, así que tienes que exfoliarla regularmente para eliminar las células muertas y aplicar una crema hidratante después del baño. ¡Tu piel lo agradecerá! Eso sí, evita el uso de productos que contengan alcohol, ya que pueden resecar la piel.
En verano, además de protegerte del sol y exfoliarte, es muy positivo para tu piel hacerte, al menos una vez en semana, una mascarilla facial. Si no quieres comprarte ninguna, puedes hacerla tú misma en casa. ¡Te damos algunas opciones!
Café, miel y limón. Esta mascarilla reactiva la circulación sanguínea, limpia, hidrata y exfolia la piel. ¡Tu cara se verá más joven! Las cantidades que necesitarás son: media cucharadita de café, una cucharada de miel y el jugo de medio limón.
Harina, leche y miel. Solo hay que mezclar muy bien los tres ingredientes (una cucharada de cada uno) hasta que se quede una mezcla homogénea. Posteriormente aplícala con los dedos o con ayuda de una brocha por el rostro. Esta mascarilla ayuda a reducir las arrugas, hidrata y nutre la piel seca.
Naranja y avena. Con esta mascarilla podrás decirle adiós a los brillos y al exceso de grasa. Solo necesitarás 3 cucharadas de yogur natural, 2 de avena y 2 cucharadas de ralladura de naranja.