Consejos
Congelar el pescado previamente a su consumo o cocinarlo correctamente es una práctica fundamental para evitar problemas intestinales.
La frescura del pescado es fundamental para los amantes de la cocina. Es indiscutible que un buen producto es sinónimo de un buen plato. Ahora bien, si esta pieza no se va a cocinar a altas temperaturas en un periodo breve de tiempo, lo mejor es congelar el pescado. ¿Para qué? En este artículo te contamos todo sobre el motivo principal de la congelación del pescado. ¡Toma nota!
Por regla general, el pescado que vamos a cocinar no es necesario congelarlo. Pero si lo vamos a comer crudo (sushi, sashimi…), se recomienda que antes se congele para evitar el anisakis, un parásito que puede encontrarse en el pescado y los cefalópodos (pulpo, calamar...) que provoca alteraciones digestivas, graves en algunas ocasiones. Este problema solo se puede contraer si comemos pescados o cefalópodos crudos, o con preparaciones que no inactivan el parásito.
La congelación previa es el método más eficaz para inactivar el parásito si vamos a comer pescado sin cocinar. Por ello, las piezas de pescado deben estar a una temperatura de -20ºC durante un mínimo de 24 horas.
Para congelar el pescado y disfrutar de todo su sabor y propiedades nutricionales, es importante que tengas en cuenta estos consejos:
Congela el pescado lo antes posible: es importante que no guardes el pescado unos días en tu nevera para después congelarlo, sino hacerlo nada más llegar a casa. De esta forma, estarás conservando todas sus propiedades nutricionales.
Lava el pescado antes de congelarlo: antes de meterlo en el congelador, lava bien el pescado poniéndolo bajo el agua para quitarle escamas y restos de sangre que puedan venir de la pescadería. También es necesario que quites todas las vísceras. Después, seca el pescado antes de congelarlo para que no tenga humedad.
Mejor por piezas: es mejor que congeles las piezas de pescado por partes, así ya estarán listas cuando las vayas a consumir. En rodajas, lomos…
Mejor en la zona más fría: guarda el pescado y el marisco en la zona más fría del congelador, suele ser el primer cajón.
El envasado bien hermético: puedes congelar el pescado y marisco utilizando todo tipo de envases como bolsas de plástico para congelación, envolviendo las piezas en papel de plástico, utilizando tuppers herméticos, etc. Ahora bien, si utilizas bolsas de plástico es preferible que tengan cierre zip. Lo más importante es que no haya mucho aire en contacto con el pescado.
Etiqueta el pescado: es preferible apuntar qué tipo de pescado es el que estás congelando y la fecha en que se ha congelado. Lo recomendable es que se consuma hasta 6 meses después de su congelación, siempre que sea a una temperatura de -18ºC.
Aplicando estos consejos para congelar pescado, cuando lo vayas a preparar estará perfecto y no tendrás problema con el temido anisakis. ¡Disfruta de todas las propiedades nutricionales que nos regala el pescado! ¡Que aproveche!