Salud mental
La mitad de los menores de 30 años del país asegura haber tenido algún problema de salud mental. Hablamos con cinco jóvenes que nos cuentan su experiencia.
Jóvenes con depresión, ansiedad, trastornos de personalidad o alimentarios. Muchos hablan ya de la salud mental como la otra pandemia. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre un 10% y un 20% de los adolescentes europeos padecen algún problema de salud mental o de comportamiento.
Esther Benito comenzó a sufrir ansiedad con 19 años. Ahora, con 23, ha sido diagnosticada de trastorno límite de personalidad. "Yo fui al psiquiatra porque me encontraba bastante rara, a veces quería mucho a una persona y a lo mejor me hacía algo malo y ya la odiaba", explica.
Las redes sociales imponen, en muchas ocasiones, la dictadura de la felicidad. Miles de imágenes de jóvenes exitosos inundan las pantallas de nuestros móviles. Parece que la vida de muchos 'influencers' es idílica. Sin embargo, detrás del perfil se esconde la persona. Tomás Páramo (26 años, Madrid) sufrió depresión y ansiedad. Comenzó a encontrar complejos en él que antes no existían y la mochila comenzó a llenarse.
Parece que las patologías relacionadas con la salud mental son más visibles ahora, sin embargo, los prejuicios siguen complicando su normalización. Eugenia Tenenbaum estudia Historia del Arte en Madrid y divulga contenido en redes. Cuando era adolescente se dio cuenta que se encontraba ansiosa en todo momento. Sufría un cuadro ansioso depresivo, pero no era consciente. Cuando comenzó a decírselo a su entorno no recibió la acogida que esperaba: "Me decían que yo parecía demasiado fuerte como para tener ese tipo de problemas".
Durante los momentos más oscuros de su depresión comenzó a perder las ganas de ducharse o vestirse, solo quería desaparecer: "No tienes ganas de lavarte el pelo, los dientes, cuidar tu higiene, fregar los platos… De repente, todo pierde sentido porque tú no estás bien".
"Te tocan con un dedo la punta de la nariz y te destrozan"
"Todo me daba miedo, todo me daba pánico. La gente… ¿Por qué? Porque estás frágil. Te tocan con un dedo la punta de la nariz y te destrozan como si fueras ceniza. Te hacen así y te destruyen”, explica la 'influencer' Lucía Fernández. El insomnio se apoderó de ella, a eso le siguió la depresión y la ansiedad. Todo explotó cuando estaba en la universidad: "Me parecía todo horrible, todo me daba miedo. Y era una época de mi vida que estaba en la universidad, cuando más disfrutas y sales de fiesta con tus amigos, más aprendes, más gente conoces… Y yo no quería saber nada. Yo quería estar en mi habitación y dormir".
Apoyo familiar
Hermanos, pareja o familiares. Para muchos de ellos, sus familiares fueron la mano que les ayudó a salir del pozo. "Mis padres, los dos, fueron un apoyo muy grande. Es muy difícil que en un proceso tan largo, tan personal, alguien aguante. Ellos han sido paciencia, comprensión y disfrute cuando estás bien, porque celebras más", apunta Lucía.
Entender que la patología mental es una enfermedad más es fundamental para que los que las sufren puedan hablar y pedir ayuda. “Si a una persona que tiene una pierna escayolada no le vas a decir: "venga, vete a correr una maratón que seguro que se te pasa". Cuando una persona te diga que tiene ansiedad, que tiene depresión, o no te lo diga pero tú lo sepas, creo que sería interesante que aplicase esta norma", recalca Eugenia.
¿Cuándo dejarán de ser tabú las enfermedades mentales?, les preguntamos. "En el momento que la sociedad acepte que una enfermedad mental es igual de importante que cualquier otra enfermedad2.