Contaminación
Shanna Swan y un grupo de investigadores alertan de que el estilo de vida poco saludable y las sustancias químicas industriales favorecen este hecho.
La contaminación tiene diversos efectos nocivos sobre la salud y la calidad de vida de las personas. Ahora, la científica ambiental Shanna Swan y un grupo de investigadores advierten de otro efecto: los penes podrían estar encogiendo.
Realizan esta advertencia en un libro titulado 'Count Down'. La tesis de esta publicación es "cómo nuestro mundo moderno está amenazando el conteo de espermatozoides, alterando el desarrollo reproductivo masculino y femenino y poniendo en peligro el futuro de la raza humana", según aparece en la portada.
La doctora se refiere a que las alteraciones medioambientales afectan al desarrollo reproductivo con un incremento de los casos de disfunción eréctil, una disminución de la fertilidad y el nacimiento de bebés con penes más pequeños.
Swan asegura que se trata de un efecto serio de la contaminación que no hay que tomarse a broma. Para hacer su afirmación ha analizado junto a otros compañeros 185 estudios en los que participaron cerca de 45.000 hombres sanos. Su conclusión es que la cantidad de espermatozoides se redujo en un 59% entre 1979 y 2011.
Expuestos a la contaminación y a los químicos
De hecho, la investigadora alerta de que "el veinteañero promedio de hoy es menos fértil que su abuela a los 35". La situación, asegura, se nota en el día a día: "En algunos países del mundo, incluidos los Estados Unidos, se está produciendo una depresión sexual masiva, debido a la disminución del deseo sexual de las personas y del interés en la actividad sexual; los hombres, incluidos los más jóvenes, también experimentan mayores tasas de disfunción eréctil".
Además de por la contaminación ambiental, la investigadora también expone que sustancias químicas conocidas como ftalatos pueden afectar. Los químicos llamados diftalatos están presentes en cosméticos, en plásticos para que sean más flexibles, envases, juguetes... Swan asegura que los bebés están expuestos a ellos desde que están en el útero materno, lo que podría ser otro factor que explicara la reducción de los genitales masculinos.
Así, la doctora expone que si no se hace nada para cambiar la situación, en 2050 más personas tendrán que recurrir a la tecnología y a las técnicas de reproducción asistida para poder tener hijos.