Cáncer de Mama
El riesgo de morir los cinco años siguientes tras el diagnóstico ha disminuido del 14% al 5% desde la década de los 90.
La buena noticia de este miércoles está dedicada a todas aquellas mujeres que sufren cáncer de mama a una edad temprana. Tras los avances médicos en esta patología, se ha sabido que la supervivencia a largo plazo en las mujeres que tienen cáncer de mama precoz es cada vez mayor. Es decir, que la mortalidad se ha reducido considerablemente con el paso de los años.
El riesgo de morir los cinco años siguientes al diagnóstico ha descendido del 14% al 5% desde la década de los 90.
El cáncer de mama, uno de los más comunes
En España, este tipo de cáncer es uno de los más frecuentes en la población, junto a otros tumores como el cáncer de colon y recto o el cáncer de pulmón. La tasa de incidencia del cáncer de mama se estima en 132 casos por cada 100.000 habitantes, unos números que provocan que la probabilidad de desarrollarlo siendo mujer es de 1 de cada 8. Su diagnóstico en los varones es mucho menos frecuente, aunque supone un 1% del total de los nuevos diagnósticos.
El cáncer de mama suele aparecer entre los 35 y 80 años, aunque el rango de edad desde los 45 a los 65 es en el que se recoge una mayor incidencia, debido a que se producen cambios hormonales en las mujeres y la post menopausia.
¿Cuántos se prevén en 2023?
Según los datos obtenidos por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2023 se van a diagnosticar alrededor de 35.000 nuevos casos de cáncer de mama. En España, aproximadamente el 30% de los cánceres que padecen las mujeres se originan en el pecho.
¿Cómo prevenir el cáncer de mama?
Para combatir este tipo de tumor y cogerlo a tiempo, los expertos recomiendan seguir una serie de pautas para detectarlo a la mayor brevedad posible. Una de ellas es acudir sin falta a las citas de mamografía, que serán las responsables de dar el aviso en caso de que la mujer tenga un tumor en el pecho.
Por otro lado, subrayan la importancia de asistir de inmediato al médico en caso de detectar uno de los siguientes fenómenos: un bulto en la mama o en la axila, dolor en los pechos, aumento del grosor de la mama, enrojecimiento o hundimiento del pezóm, cambios de tamaño del pecho o secreción de sangre o cualquier líquido por el pezón.