Salud
Antonio Caro es de Lebrija y a sus 33 años acaba de ganar el campeonato mundial de micropigmentación de reconstrucción de pezón-areola que se ha celebrado en Róterdam. En 2017 ya había ganado otro campeonato hispanoamericano en la misma modalidad. Trabaja con los cirujanos más prestigiosos del país, consiguiendo que miles de mujeres se reconcilien con su cuerpo tras una mastectomía.
Una mastectomía es un duro golpe para cualquier mujer que, además de sufrir un cáncer de mamatiene que asumir la extirpación de un pecho, o incluso, de ambos.
La pérdida de autoestima, complejos y el rechazo hacia su propio cuerpo son las secuelas inherentes a este proceso. El propio Antonio Caro cuenta a Antena 3 Noticias que “en todos estos años de mi carrera he llorado en muchas ocasiones por la emoción que me ha producido observar la sonrisa de las pacientes y sus ojos brillantes, cuando han visto el resultado del tratamiento o me han dicho: muchísimas gracias, Antonio, me acabas de cambiar la vida. Es algo sinceramente muy gratificante” rememora emocionado.
“Especialmente recuerdo el caso de una paciente que desde su mastectomía tapó los espejos de su casa para no verse y le llevo muchos años dar el paso de hacerse la micropigmentación de sus aréolas. Cuando acabé, nos fundimos en un sincero abrazo de llanto y emoción, ya que, gracias al tratamiento, pudo volver a mirarse al espejo y sonreír. Esa sonrisa para mí es lo más gratificante que puede existir en mi trabajo” reconoce el artista.
La micropigmentación hiperrealista se ha convertido en la solución estética que puede devolver la confianza y la seguridad en sí mismas a miles de mujeres. El mejor artista estético a nivel mundial de esta disciplina está en nuestro país. “La micropigmentación favorece la vuelta a la normalidad, esto permite a las mujeres que han pasado por un cáncer de mamá seguir adelante con su integridad física y recuperar su autoestima. Tiene notables beneficios emocionales, aportando seguridad, por lo que contribuye a tratamiento psicológico de la enfermedad” explica Antonio Caro.
“Cuando estas mujeres llegan a la clínica su estado de ánimo suele ser bajo, con la autoestima afectada y con ciertas inseguridades, pero al mismo tiempo, con ganas de culminar este proceso para poder, de alguna forma, pasar página de lo vivido” describe.
Antonio Caro ha ganado recientemente el campeonato mundial de micropigmentación de reconstrucción de pezón-areola que se acaba de celebrar en Róterdam, en Países Bajos, Donde se han dado cita los mejor a profesionales de todo el mundo lo que refleja la visibilidad internacional que tiene este tratamiento.
"He llorado en muchas ocasiones por la emoción que me ha producido observar la sonrisa de las pacientes"
“Para mí es un reconocimiento a tantos años de formación, aprendizaje y trabajo duro, pero al mismo tiempo es muy reconfortante. Ojalá esté premio contribuya a difundir este tipo de tratamientos entre las mujeres que han pasado por el trance de un cáncer de mamá y de la mastectomía, para que conozcan que, a través de la micropigmentación reconstructiva, pueden culminar su proceso de recuperación tanto estética como emocional, recuperando así su autoestima”, comenta Caro.
“La mayoría de las personas que se realizan este tratamiento son mujeres que han sufrido un cáncer de mamá y se han enfrentamiento al proceso de la mastectomía, el cual es un proceso largo de operaciones indeseadas que causan un desgaste emocional y a su vez en algunos casos hasta depresivo.
Adicionalmente, el resultado de la reconstrucción mamaria es un pecho con volumen, pero con marcas y cicatrices, incluso con cambios de tonalidad de piel al tener que utilizar piel de otras zonas (DIEP), y en todo caso, sin areola ni pezón” explica.
Pero esta técnica, asegura Caro, es muy versátil. “No todos los pacientes que acuden a la clínica para estos tratamientos son mujeres. Cada vez es más frecuente las personas que tras un cambio de sexo y la mastectomía subcutánea de sus mamas, pueden perder su areola natural y necesitar de una micropigmentación reconstructiva. Estos pacientes también llegan al tratamiento con un estado de ánimo bajo tras no conseguir el resultado 100% deseado en su operación”.
Antonio Caro, empezó como tatuador con tan solo 16 años. Es hijo y bisnieto de artistas reconocidos en diferentes disciplinas artísticas, se graduó en diferentes ciclos formativos, culminando en la carrera de Bellas Artes. “Desde muy pequeño siempre destaqué en todo lo relacionado con el arte, dibujo, pintura, etc. heredado de mi madre a la que tanto debo en mi proceso de formación. Tras el colegio obtuve el grado medio y posteriormente el superior en las escuelas de arte de Jerez de la Frontera y Sevilla respectivamente, matriculándome después en la carrera de Bellas Artes que es lo que tanto me ha ayudado al conocimiento del volumen, luces y sombras, así como del color para conseguir los resultados tan realistas en mis tratamientos de micropigmentación” asegura el reciente campeón mundial.
Para llegar a ser el mejor del mundo en esta técnica es fundamental seguir formándose, “además de las formaciones específicas, he asistido a numerosos congresos nacionales e internacionales sobre la materia, donde he tenido la ocasión de coincidir con grandes profesionales con los que he compartido técnicas experiencias y conocimientos. En algunos de ellos he acudido como ponente para explicar mi técnica” reconoce.
Antonio Caro, tiene su propia clínica en Lebrija, pero también trabaja en otros centros: “Colaboro desde hace más de 7 años en el equipo de Doctor Sicilia en Sevilla, el cual también me ha aportado numerosos conocimientos de la piel de las pacientes en las que realizo la técnica”. El hiperrealismo que logra en sus tratamientos de micropigmentación lo han llevado a trabajar junto algunos de los cirujanos más prestigiosos del país.
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