Cambio de hora
Durante la madrugada del sábado 28 al domingo 29 de marzo se realiza el cambio de hora de nuestros relojes y comienza el horario de verano. Durante esa noche, los relojes a las 2:00 h de la madrugada pasan a marcar las 3:00 h, lo que provoca que, a partir del domingo, amanezca y anochezca más tarde.
Los cambios de hora se producen dos veces al año para ajustar la vida diaria de las personas a las horas de sol y, de este modo, ahorrar energía. La continuidad del cambio de hora está en duda después de que el Parlamento Europeo votara a favor de su abolición ya que, según diferentes expertos, no se obtiene el ahorro energético esperado y afecta a la salud de las personas.
¿Cómo afecta el horario de verano a tu salud?
La consecuencia más destacable provocada por el cambio de hora de marzo es la alteración del sueño que puede provocar cansancio, fatiga e incluso irritabilidad en las personas.
Aunque se produzca el cambio de hora, el horario laboral (aunque puede haber sufrido cambios por la crisis del coronavirus), en general será el habitual, por lo que puede provocar un cambio en la rutina diaria de las personas y un desajuste en las horas de sueño al haber dormido una hora menos, desembocando en los síntomas anteriormente descritos.
La sensación es similar a la del jet-lag, es decir, cuando viajamos o volvemos desde un país que tiene un huso horario muy diferente al de nuestro país de residencia. Si eres de los que lleva mal el cambio de hora, lo mejor es que ajustes tus horas de sueño al nuevo horario y necesites varios días para adaptarte al horario de verano.
Para evitar sobresaltos cuando mires la hora el domingo 29 de marzo, se recomienda cambiar la hora desde hoy para que nuestros relojes marquen la hora correcta al despertarnos.