BIOMEDICINA
Es la reacción de un hombre que ve por primera vez. Los avances en biomedicina permiten logros como recuperar un brazo amputado en la guerra, o volver a bailar tras perder la pierna en una explosión.
"La evolución final en la robótica, es que el robot y el cerebro humano sean uno", comenta el físico electrónico, Daniel Sánz.
Es el caso de Erick Sorto. Es tetrapléjico pero con los microelectrodos implantados en la corteza de su cerebro, puede acercarse los refrescos sólo con pensarlo. Igual que lo haría con un brazo biológico.
En España se ha desarrollado el primer exoesqueleto biónico pediátrico. Se acopla a las piernas y tronco del niño, y sus sensores traducen las contracciones del músculo en movientos reales.
"Incorpora un sistema de adaptación automática de la rigidez articular, para conseguir un movimiento natural para adaptarse a la sintomatología de cada paciente", añade la investigadora, Elena García.
De momento es un prototipo. Sus creadores han lanzado una campaña de crowfounding para recaudar fondos y poder comercializarlo.