CONOCE LAS PROPIEDADES DE LA ESPECIA
Los investigadores se debaten, entre otras pesquisas científicas, en dos líneas que me llaman poderosamente la atención, me refiero al caso de la hormona conocida como leptina, estudiada por su capacidad para suprimir el apetito al actuar sobre determinados centros cerebrales de placer y recompensa, y, por otra, esos trabajos sobre la irisina, una hormona reconversora que transforma la grasa blanca del tejido adiposo en grasa parda, o sea, en tejido adiposo benefactor.
Hay informaciones editoriales de la leptina en la revista ‘Science’, que constataba investigaciones de la Universidad de Cambridge en Reino Unido, y también podemos asegurar que la hormona del ejercicio tiene constataciones escritas por parte de Cell metabolism, en el que se describe como el ejercicio adelgaza en un texto del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiología de la Obesidad y la Nutrición (Ciberobn).
Está demostrado que la mayor parte de los obesos presentan un aumento de los niveles de leptina como reflejo del aumento del tejido adiposo y también sabemos que la leptina actúa sobre el “núcleo estriado ventral”, que conexiona distintas zonas del cerebro, entre ellas, el sistema límbico.
Hay una cuestión de difícil métrica y de múltiples valoraciones que pueden ir desde la bioquímica a la fisiología, como es el caso de diferenciar entre hambre y apetito.
Porque una cosa es la necesidad de comer que se corresponde con un hecho indispensable propio de la fisiología vital e imprescindible para que nuestro cuerpo se nutra de los componentes esenciales y básicos de la nutrición. Y por otra parte, está esa otra dimensión que consiste en tener apetito, cosa que nos lleva a un territorio mucho más emocional en el que intervienen factores de todo tipo, desde el aspecto de algo bien condimentado hasta los olores de una oferta gastronómica.
Sin embargo, hay un concepto que emerge en este engranaje y del que se ha hablado muy poco, me refiero a la saciedad, que no es otra cosa que ese periodo en el que notamos una sensación de satisfacción que se prolonga en el tiempo hasta que volvemos a tener hambre. Ese espacio pretende ocupar el nuevo producto de Laboratorios Galiux Pharma conocido como “Azaframol” y que aporta su innovación más natural para evitar la sensación de hambre y reducir el apetito. Sabemos que el azafrán contiene crocinas, un pigmento carotenoide de la familia de los glucósidos y que tiene un alto contenido en hierro y potasio.
En definitiva provocar saciedad es evitar las ingestas innecesarias y ese es precisamente el vacío más natural que se ha conseguido con el nuevo producto de extracto específico de estigmas del azafrán (Crocus sativus). Se trata de un fármaco innovador que favorece el adelgazamiento y el control del peso reduciendo la sensación de hambre, cosa que es especialmente importante para aquellas personas ansiosas que intentan saltarse continuamente los horarios nutritivos y acaban picando todo el día entre comidas.