Salud

Bronquiolitis

El aumento de casos de bronquiolitis obliga a reforzar el personal en urgencias pediátricas

La Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) ha manifestado su "preocupación e incertidumbre" por el incremento de casos en las urgencias pediátricas en España.

Los casos de bronquiolitis aumentan y muchos hospitales alertan de la saturación en urgencias pediátricas. La situación obliga a reforzar el personal sanitario.

La alerta se ha disparado en Cataluña, Alicante, Zaragoza y País Vasco. La mayoría de los pacientes que ingresan necesitan un sistema respiratorio y algunos sufren el virus respiratorio sincitial, que provoca la bronquiolitis.

Es el caso de los hospitales de San Sebastián. Allí se ha incrementado el ratio de niños atendidos por cada personal de cinco a siete. Además, se han visto obligados a reestructurar la plantilla reforzando urgencias pediátricas.

En Valencia, las UCI pediátricas se encuentran al límite de su capacidad. Puntualmente han tenido que derivar a pacientes a otros centros hospitalarios. Los pediatras explican que los más vulnerables son los niños, los más pequeños de un año.

La Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) ha manifestado su "preocupación e incertidumbre" por el incremento del volumen asistencial en las urgencias pediátricas en España. En algunas urgencias, se atienden hasta un 40% más de casos que en la época prepandemia.

¿Qué es la bronquiolitis y cómo se contagia?

La bronquiolitis es una infección de los pulmones y del aparato respiratorio. Esta enfermedad afecta a los bronquios, siendo los lactantes menores de tres meses los que tienen más riesgo de hospitalización, indica la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

Se contagia como cualquier resfriado normal, mediante un contacto cercano con saliva o mocos. También mediante el contacto entre las manos y fluidos mucosos, estornudos, tos o la risa.

El primer signo de alerta es el resfriadoacompañado de mucosidad y la obstrucción nasal, tos y en ocasiones fiebre. En estos casos, la tos se puede intensificar provocando dificultad a la hora de respirar, con sibilancias o con sonidos más graves.

El proceso de infección suele durar una semana, pero los expertos recomiendan estar atentos ante cualquier empeoramiento de los síntomas. En caso de sufrir alguno de estos, se recomienda contactar con el médico:

  • Vomitar con frecuencia o no retener los líquidos.
  • Si está más somnoliento.
  • Si la piel se vuelve azul o morada, especialmente las uñas y los labios.
  • Si se pone pálido o sudoroso.
  • Si se fatiga y casi no come.
  • Si mueve mucho el abdomen, se le marcan las costillas o se le hunde el pecho.
  • Si padece una enfermedad de corazón.

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