Estados Unidos
El medicamento se suministra a través de una inyección en el ojo y ha demostrado ser capaz de ralentizar la degeneración macular.
Nuestra buena noticia de este viernes está relacionada con el mundo de la salud, concretamente, con uno de los cinco sentidos más importantes del ser humano: la visión.
La pérdida de la vista con el paso de los años es una de las patologías más comunes entre las personas, siendo la primera causa de ceguera en los países desarrollados. Un estudio estadounidense ha creado y aprobado un medicamento que frena la pérdida de visión causada por la edad. Se suministra a través de una inyección en el ojo y podría suponer una revolución en la ciencia ocular.Por ahora, estos fármacos se está suministrando en todo el territorio de Estados Unidos y se prevé que lleguen a Europa el próximo año.
En España, la degeneración macular es una de las causas más comunes cuando se van cumpliendo años. Más de un 5% de los mayores de 50 años tienen que acudir a ópticas para tratar de corregir la pérdida de visión.
Esta patología consiste en la muerte de la retina, la cual no produce una ceguera total porque los afectados mantienen la visión lateral, pero impide que puedan ver con claridad y nitidez. Además, dificulta la realización de las actividades de la vida cotidiana.
Jordi Monés, director del Institut de la Mácula de la Barcelona Macula Fountation, es uno de los médicos que han participado en el estudio y ha advertido que uno de los objetivos de los investigadores es que los medicamentos lleguen a Europa el próximo año. "En Estados Unidos son un poco menos exigentes, porque te requieren demostrar un beneficio en frenar la progresión anatómica de la enfermedad, es decir, que la lesión no crece tanto, mientras aquí tienes que demostrar que eso se traduce en una mejora funcional, que ralentizas la pérdida de visión. Se tarda un poquito más", ha subrayado Monés.
Las investigaciones han supuesto un descubrimiento dentro del ámbito ocular debido a que muchos ensayos clínicos habían fracasado previamente. Jordi Monés ha informado del rango de la población que puede obtener un mayor beneficio con el descubrimiento.
"Ha habido muchos ensayos clínicos para frenar la enfermedad, que han fallado. La revolución actual es que por fin hay dos fármacos, muy parecidos, que han podido demostrar que sí se puede ralentizar. No la detienen del todo, pero si hacen que vaya más lenta. En una persona mayor, demorar ese avance puede ser muy significativo", ha subrayado Monés.
Por el momento, los investigadores buscan identificar las formas rápidas de la enfermedad con varios subtipos genéticos, con el fin de desarrollar tratamientos que permitan tratarla genéticamente a la mayor brevedad posible.