UN FRANCÉS HA DADO POSITIVO TRAS ESTAR EN HUELVA Y SEVILLA
La Junta de Andalucía ha anunciado este viernes que ha activado el Protocolo de Vigilancia y Alerta tras la confirmación de un caso de fiebre del Nilo Occidental en un ciudadano francés que había viajado a Andalucía.
Este caso ha sido confirmado por el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, de sus siglas en inglés), por lo que la Junta de Andalucía ha activado el mencionado protocolo "siguiendo las recomendaciones de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica", según un comunicado de la administración andaluza.
Este protocolo incluye informar a los centros de atención primaria y hospitales, en este caso de Huelva y de Sevilla, las zonas visitadas por el ciudadano francés diagnosticado.
La Junta ha informado también de que "en los últimos años", se han detectado casos de esta enfermedad en equinos en las provincias de Cádiz, Málaga, Sevilla y Huelva. Asimismo, en 2010, se diagnosticaron dos pacientes con esta patología en Cádiz, ambos con una evolución favorable.
Esta enfermedad la transmite un mosquito cuyo periodo de actividad comprende desde abril a finales de noviembre. Cuando el caso aparece en una persona, se establecen medidas de prevención en el ámbito de la donación de sangre, a través de una prueba que se realizará a la sangre extraída para determinar si contiene el virus del Nilo Occidental.
La fiebre por el virus del Nilo Occidental es una enfermedad transmitida por picadura de mosquitos que en un 80% de los casos cursa de manera asintomática y el resto con carácter leve, similar un proceso gripal. La enfermedad dura entre 2 y 5 días y la recuperación del afectado suele ser completa y no existen vacunas o medicamentos para evitarla o tratarla específicamente, según la Junta.
En menos de 1% de los casos, las personas desarrollan una meningitis o meningo-encefalitis, entre otras complicaciones que ocurren con mucha menor frecuencia. Los factores de riesgo para el desarrollo de un tipo más severo de la enfermedad son tener el sistema inmunitario debilitado o, a edades más avanzadas, presentar algunas enfermedades crónicas.
El primer caso de esta enfermedad detectado en España en humanos fue 2004 y en Andalucía en 2010, año desde el que las consejerías de Agricultura, Medio Ambiente y Salud "realizan un trabajo coordinado para la vigilancia y control de las colonias de aves silvestres y la cabaña equina en la comunidad autónoma".
En Europa se han confirmado en esta temporada 22 casos en humanos en los países miembros y 45 en países fronterizos. La mejor medida para prevenir y protegerse frente a esta enfermedad es el uso de repelentes registrados para uso doméstico, sobre todo por la tarde y la noche y, en caso de usar aerosoles de insecticidas, airear bien las habitaciones. También son efectivos los difusores eléctricos antimosquitos, "que deben usarse siempre con las ventanas abiertas al menos cuando se pernocte en ellas", según la Junta.