Cáncer
Nuevo paso en la investigación del cáncer de mama. Las pacientes con el tipo de cáncer más agresivo, el triple negativo avanzado, pueden mejorar sus supervivencia a la enfermedad al añadir un fármaco de inmunoterapia a la quimioterapia.
Esto es lo que concluye un estudio que se publica este jueves en la revista científica 'The New England Journal of Medicine'. El fármaco de inmunoterapia en cuestión se llama pembrolizumab y el estudio afirma que es capaz de mejorar un 27 % la supervivencia global de las pacientes con este tipo de cáncer.
Este porcentaje es aplicable para aquellas pacientes que tienen un biomarcador PD-L1, que indica que las defensas están frenadas y por lo tanto nuestro organismo no tiene capacidad para evitar que el propio sistema inmune nos ataque. Para Javier Cortés, director del International Breast Cancer Center, institución que lidera el estudio es una "noticia muy relevante" porque la enfermedad en este estado es la que tiene el peor pronóstico.
Por esto, indica que es "uno de los subtipos en el que los oncólogos estamos más interesados en encontrar nuevas terapias que mejoren la supervivencia y la calidad de vida de las pacientes". El triple negativo es un tipo de cáncer de mama agresivo, que se extiende rápido y en el que las células no contienen receptores de estrógeno ni de progesterona.
Aumenta la supervivencia media
Este tipo de cáncer supone el 15% de los tumores malignos diagnosticado y es el que peores tasas de supervivencia tiene. Para llegar a esta conclusión, el estudio (bautizado como KEYNOTE-355) se ha realizado en 209 centros de investigación, 29 países y en él han participado 847 pacientes con y sin PD-L1 a las que se siguió durante 44,1 meses.
Con estos resultados, las pacientes que tomaron el fármaco registraron una supervivencia media de 23 meses, mientras que las pacientes a las que se administró un placebo tenían una supervivencia media de 16 meses. En cifras globales, quiere decir que la supervivencia media aumentó 7 meses.
Qué es la inmunoterapia
La inmunoterapia es un tipo de tratamiento que puede suponer una revolución en la investigación y tratamiento del cáncer, especialmente en el caso de los más agresivos. Consiste en fármacos que buscan estimular las propias defensas del organismo para detener o ralentizar el avance de las células cancerosas.
Para ello, se pueden utilizar diferentes técnicas como inhibidores de control humano, transferencia de células T o anticuerpos monoclonales que se pueden administrar a través de diferentes vías.