ESTUDIO PIONERO DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD
Un estudio pionero de la Organización Mundial de la Salud advierte que ciertos componentes físicos encontrados en casa, la comida y el coche están vinculados a una amplia gama de enfermedades. Los f-talatos son una sustancia química que se utilizan para ablandar el plástico y mejorar la consistencia de los cosméticos. Estos componentes se encuentran normalmente en los juguetes, maquillaje, coches y pisos de PVC y podrían causar cáncer de mama, asma o infertilidad.
Este nuevo informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y de la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta del aumento de la exposición humana a los disruptores endocrinos, por ello han pedido con "urgencia" una investigación más completa sobre cómo estas sustancias químicas, que pueden alterar el sistema hormonal (de humanos y animales), afectan a la salud y al medioambiente.
Otra substancia que está bajo sospecha es el bisfenol A, y que se encuentra en una gran cantidad de artículos de uso diario, incluyendo latas y gafas de sol. El estudio sugiere que los compuestos artificiales interfieren en el funcionamento de las hormonas naturales que son la clave de nuestro crecimiento y la salud en general.
Una amenaza global
Los investigadores descubren una "evidencia significativa" entre el cáncer de próstata y los pesticidas agrícolas. En el mismo informe de hace diez años, la agencia de la ONU reconoció solamente una evidencia débil entre los productos químicos de la vida cotidiana y el daño a la salud humana. Algo que se contradice y actualiza con el informe actual en el que afirman que 'la exposición a los productos químicos es una amenaza global'.
"Los seres humanos están expuestos a cientos de compuestos químicos potencialmente dañinos"
Los autores del nuevo informe han afirmado que los seres humanos están expuestos a cientos de compuestos, muchos de los cuales todavía no han sido indentificados ni estudiado adecuadamente. Algunos se inhalan en polvo, otros se introducen en el cuerpo a través de los alimentos y otros simplemente al entrar en contacto con los dedos. Algunos de los datos resultan alarmantes; supervivientes de infartos que viven en zonas contaminadas tienen más posibilidades de morir jóvenes y comer patatas fritas más de una vez a la semana aumenta el riesgo de cáncer de próstata. Según un profesor de odontología, masticar chicle aumenta en las mujeres el riesgo de padecer cáncer de mandíbula.
La OMS no llega a confirmar que los productos químicos son causantes de las enfermedades pero sí que en algunos casos, la evidencia es muy fuerte. El informe, 'Estado de la Ciencia de productos químicos disruptores endócrinos', es el más completo de su clase, porque en lugar de centrarse en un producto químico o una enfermedad, evalúa toda la evidencia.
Es preocupante la advertencia de que los productos químicos evaluados hasta ahora por los científicos puede que solo sean la "punta del iceberg" y podría haber muchos otros compuestos potencialmente dañinos. Dicho informe ha sido escrito durante más de dos años por expertos internacionales demuestra que el aumento de algunas enfermedades es demasiado rápido para culpar solamente a la genética. "El aumento del asma en niños se ha duplicado en los últimos 20 años y ahora es la principal causa de hospitalización infantil y el ausentismo escolar", señalan los datos de la investigación.
"Ciertos defectos de nacimiento, como los de los órganos reproductores masculinos están en aumento. La incidencia de cáncer pediátrico leucemia y el cerebro han aumentado, al igual que la incidencia de cáncer testicular. Estas son las crudas estadísticas de la salud en la actualidad".