Alerta sanitaria
Este producto de repostería español utiliza el aditivo E-171 de forma no autorizada.
La Unión Europea está en alerta por la comercialización de una decoración de chocolate elaborada en España que utiliza un aditivo de forma no autorizada. El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (Rasff, por sus siglas en inglés) ya ha emitido una orden de retirada que afecta a este producto fabricado en nuestro país y que opera desde aquí a nivel europeo.
Las autoridades responsables de la seguridad alimentaria de Chipre fueron las que identificaron que este producto de repostería español utiliza el aditivo E-171 de forma no autorizada. Esta sustancia está prohibida en la Unión Europea, por lo que cualquier alimento que la contenga podría poner en riesgo la salud de quien la consuma.
Fue el 21 de agosto cuando se detectó este aditivo no autorizado durante un control oficial de mercado realizado en Chipre. Al encontrarse la sustancia, se procedió a retirar y destruir el producto antes de ponerse a la venta en este país. Se desconoce si está a la venta en España. El Rasff no da muchos detalles, solo califica la notificación en una escala de "riesgo potencial" para la salud y pide la destrucción del producto.
Cabe recordar que esta entidad no proporciona información sobre las empresas productoras ni las zonas donde se comercializa el alimento, simplemente se limita a proporcionar a las autoridades de control de alimentos de cada país una herramienta para el intercambio de información sobre las medidas tomadas ante la detección de un riesgo alimentario.
El aditivo E-171 es una sustancia tecnológica hecha a base de dióxido de titanio (TiO2) y compuesta por nanopartículas. Estuvo permitido en la UE desde antes del 20 de enero de 2009, cuando se utilizaba como colorante alimentario, principalmente en confitería (golosinas, chicles...), panadería y salsas. Pero su uso o la exportación de alimentos o piensos para animales que lo contengan está prohibida desde el 8 de agosto de 2022 por la Comisión Europea.
Por lo general, se usaba para dar color blanco a muchos alimentos, desde productos de horno y panadería fina hasta sopas, caldos y las salsas, aderezos de ensaladas y complementos alimenticios.
De forma anterior a su prohibición a nivel europeo, este aditivo ya había sido prohibido en otros países como Francia y Holanda, a raíz de investigaciones científicas que informaron de su peligro para la salud. Los trabajos destacan la posible "genotoxicidad" de las nanopartículas de TiO2, es decir, su potencial capacidad de dañar el ADN.
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