RECUENTO DE DAÑOS
Alemania abre de nuevo sus fronteras. En una empresa alemeriense acaban de recibir una llamada del país germano. Debe enviar cuatro camiones cargados de fruta española cuando hacía una semana que no exportaban nada. Esta misma mañana, estos camiones con destino a centroeuropa volvían con toneladas de productos de la huerta y kilos y kilos de pepinos se tiraban al contenedor.
En otra comercializadora de Granada, las cámaras frigoríficas están llenas. Miles de toneladas de pepinos se amontonan. El precio en origen se ha desplomado. Hace una semana, los agricultores vendían el kilo a 30 céntimos, hoy a siete.
Ahora, tras el anuncio de que no eran los pepinos españoles, el campo respira un poco más tranquilo. Pero el daño, dicen los agricultores ya está hecho y queda por delante lo más difícil, recuperar la confianza y el prestigio. El destrozo que ha producido la alarma alimentaria es demasiado cuantioso y por eso la ministra no descarta pedir responsabilidades. A diario se han perdido 30 millones de euros por esta alarma injustificada.