Cáncer de hígado
Beber por costumbre o intermitentemente fomenta el desarrollo del cáncer de hígado.
Habitualmente, llega el fin de semana y aparece el momento de descanso para muchas personas que han estado trabajando o estudiando durante la semana. Una semana que suele ser agotadora y por eso buscan el momento de distraerse y descansar el cerebro. Surgen las ganas de quedar con los amigos e ir de fiesta, donde las copas pueden superar las recomendadas pero conllevan una liberación de serotonina (el neurotransmisor que produce un estado de felicidad). Sin embargo, también aumenta la posibilidad de padecer cáncer de hígado.
Aunque pueda parecer desmesurada esta afirmación, es verdad. Así lo demuestra el III Registro de Carcinoma Hepatocelular con datos de 767 pacientes con este diagnóstico que, como principal consecuencia, tiene al alcohol como protagonista. Este estudio ha sido comentado en el 49º Congreso de la Sociedad Española para el Estudio del Hígado que se celebra esta semana en Madrid.
Casi 6 de cada 10 casos de cáncer de hígado están relacionados con el consumo de alcohol, incluso si se bebe de forma intermitente o eventualmente (como, por ejemplo, en las fiestas de los fines de semana). Además, los hepatólogos avisan de que las bebidas alcohólicas no son saludables de ninguna forma, ya que excederse un día puede compararse con beber a diario.
Las cifras de los estudios sobre esta afección hepática demuestran que un 30% de personas sanas que beben pueden sufrir este tipo de cáncer y sube a un 55% si se consume alcohol con patologías ya existentes.
Por parte de los hepatólogos, denuncian que las políticas públicas para combatir el consumo de esta droga sean un fracaso. Los jóvenes no ven riesgo en el alcohol y lo consumen cada vez, a edades más tempranas.
Los expertos también explican: el cáncer de hígado es el que más años de vida resta a la población, pero no se percibe así entre la sociedad. Además, dicen los hepatólogos, dentro de la sociedad existen mitos en los jóvenes que también hay que erradicar como que el hígado es un órgano que se regenera con facilidad.
El alcohol supone, según estos datos, un arma de doble filo. Es muy divertido cuando sube el pico de neurotransmisores y tienes un nivel alto de excitación, pero luego el pico vuelve a la normalidad y, a la larga, aumenta la probabilidad de generar enfermedades que hacen peligrar la vida.