Ceguera
Elena Salobrar, optometrista e investigadora en el Instituto Ramón Castroviejo, advierte sobre la peligrosidad de bañarse con lentillas en espacios acuáticos.
Bañarse con lentillas puede provocar la pérdida de gran parte de la visión o llevarte a tener una ceguera completa. Así lo ha hecho saber Elena Salobrar, optometrista e investigadora en el Instituto Ramón Castroviejo de la Universidad Complutense de Madrid, que ha causado la sorpresa de muchos.
Disfrutar de un baño con lentes de contacto "en el mar, un río, un lago o en la ducha puede llevarte a una pérdida severa de la visión e, incluso, a una ceguera completa", ha señalado la especialista. También ha señalado que la mayoría de los pacientes que emplean lentillas desconocían el riesgo que conllevaba esta práctica. "Menos del 10% sabían que es peligroso bañarse con lentillas. Cuando se lo explico, muchos se sorprenden porque llevan toda la vida haciéndolo. No debemos bañarnos con ellas, pero la gente no lo sabe", añade Elena Salobrar.
Un protozoo denominado Acanthamoeba, organismo unicelular de tipo eucariota, es el responsable de provocar la ceguera en el cuerpo humano. Este tipo de organismo es común en espacios acuáticos y "puede provocarte una infección en la córnea que impide que la luz entre en el ojo", explica Salobrar.
La peligrosidad de este protozoo recae en la dificultad que tiene el optometrista para detectar al organismo. "Los médicos suelen confundir sus síntomas (inflamación de la córnea, enrojecimiento, dolor muy intenso y deterioro de la visión) con queratitis por virus del herpes simple y por hongos, que son infecciones más comunes y hacen que se retrase el diagnóstico certero", señala la especialista. Por otro lado, la prueba que detecta la presencia de este organismo "solo puede llevarse a cabo en hospitales especializados en oftalmología", lo que complica una rápida actuación para prevenir las consecuencias.
Lo que puede ser una práctica habitual para muchos ha podido llevarles a perder gran parte de su capacidad visual. "Aproximadamente el 90% de los pacientes que presentan queratitis por Acanthamoeba eran usuarios de lentes de contacto", asegura la optometrista.
Elena Salobrar también ha señalado que un uso abusivo de las lentillas en espacios acuáticos puede traer una contaminación que "puede conducir a la formación de un biofilm en la superficie de la lentilla y favorecer el crecimiento de varios microorganismos como bacterias, hongos y virus".