Día Mundial sin Alcohol
La OMS estableció el Día Mundial sin Alcohol para concienciar sobre los daños psicológicos y físicos que provoca el consumo de bebidas alcohólicas. En esta jornada se aboga por reducir el consumo de alcohol para que no afecte a la salud.
El consumo frecuente de alcohol produce serios problemas de salud y para tratar de reducir los más de tres millones de fallecimientos que provoca cada año, la Organización Mundial de la Salud decidió establecer el 15 de noviembre como el Día Mundial sin Alcohol para concienciar a la población de los daños físicos y psicológicos que ocasiona la ingesta cotidiana de bebidas alcohólicas.
El alcoholismo es considerado una enfermedad desde el siglo pasado y esta patología puede provocar muchas otras como cáncer, accidentes cerebrovasculares, aumento de la tensión arterial, hormigueo en las extremidades, disfunción eréctil en hombres, daño en las mucosas del aparato digestivo, cirrosis, enfermedades cardíacas o dificultad de memoria, así como cambios en la conducta que pueden desembocar en violencia o actitudes depresivas.
A las autoridades les preocupa el consumo de alcohol a edades tempranas porque afecta al desarrollo físico y cognitivo de los menores. Organizaciones sin ánimo de lucro como Alcohólicos Anónimos desarrollan campañas para concienciar a los jóvenes de los problemas de salud y sociales que contraen este tipo de bebidas.
Cuando el consumo recurrente se convierte en una adicción es importante darse cuenta lo antes posible y ayudar a la persona que la padece o ser ella misma quien tome la iniciativa para reducir el consumo de alcohol.
Situaciones como estar en desempleo, tener baja autoestima, pasar por un periodo de depresión o de necesidad de autonomía y la presión social pueden incidir en el hábito de consumo de alcohol.
Para reducir el consumo de alcohol la clave principal es la propia voluntad del paciente. Una vez que la persona alcohólica está concienciada en su curación, la pregunta que surge es ¿cómo dejar de beber alcohol?
Lo primero, es buscar ayuda en profesionales y rodearse de un entorno que favorezca la rehabilitación del paciente. Además, se deben tener en cuenta estos siete trucos para reducir el consumo de alcohol.
Evitar aquellos lugares de ocio donde solía realizar la ingesta de alcohol y aquellas personas que compartan la misma adicción.
Realizar actividades al aire libre, practicar deporte o terapias de meditación para no pensar en el consumo de alcohol.
Tener a una persona de apoyo con la que pueda hablar de cómo se siente en cualquier momento del proceso.
Marcar en un calendario los días que no se ingiere alcohol para tener una visión más clara de todo lo conseguido hasta la fecha.
Rechazar con firmeza la ingesta de alcohol en cualquier ámbito.
Acudir a charlas en las que los protagonistas sean personas que consiguieron desengancharse del alcohol.
Fijarse metas y propósitos cada año para tener la ambición de superarse y lograr todo lo planeado.