CHILE
Acudir al dentista con un niño con autismo puede ser una pesadilla, según dicen muchos familiares. Los niños no dejan la boca abierta, muerden a los profesionales y la visita se hace interminable.
Así lo explica Verónica Narváez, madre de un niño con autismo que cuenta que cuando le estaban saliendo los dientes, un odontólogo y cuatro enfermeros trataron de mantenerlo en el sillón quieto para revisarlo y fue imposible.
Otro de los clientes de la clínica era también un niño con autismo, cuyo padre comenzó a utilizar a perros a modo de terapia. Los animales acompañan a los niños en todo momento, sobre todo cuando se sabe que se van a enfrentar a una situación desconocida para ellos.
Gracias a 'Zucca', una labradora negra, las visitas al dentista han cambiado.
Los niños con autismo se caracterizan por tener dificultades para comunicarse e interactuar, pero desarrollan un fuerte vínculo con los perros, sobre todo las hembras, porque resisten los comportamientos disruptivos y agresivos de los pequeños.