Tres semanas después de la tragedia
El ministerio del interior francés ha facilitado nuevas imágenes del lugar en el que los equipos de limpieza realizan las últimas tareas de descontaminación. Son operarios de una empresa contratada por Germanwings para recuperar cables, trozos de fuselaje, ruedas o cualquier otro resto del avión.
Es una zona tan difícil que la recuperación se hace por partes. Las bolsas pequeñas se vacían en otras más grandes. Un helicóptero se lleva los sacos de lona y los deposita en otra zona menos escarpada. Allí se clasifican los restos.
Poco a poco, los helicópteros desplazan hasta contenedores los restos de un aparato que vacío pesa unas 42 toneladas. Ya por carretera, los conducen hasta las instalaciones de la aerolínea. La zona, que muestra el ministerio francés de interior, está prácticamente limpia.
De entre las toneladas de chatarra ya se han separado efectos personales y restos humanos. Forenses de Marsella trabajan en su identificación pero aseguran que las familias no podrán enterrarlos hasta dentro de entre dos y cuatro meses.