ESQUIADORES SIBERIANOS
Los esquiadores, disfrazados de la forma más original que se les ocurrió, se deslizaban por la pista que terminaba en una charca de 20 metros de longitud.
Se suponía que el reto era atravesarla sin mojarse, o mojándose lo menos posible, pero al final, lo divertido de estas fiestas es ver como los participantes se precipitan en el interior de las aguas heladas.
El evento se ha convertido en una atracción anual en Krasnoyarsk y un elemento básico del fin de la temporada de esquí de Rusia.