Yunior García, opositor cubano: “Si nos quedamos en Cuba, nos decapitan”

Yunior García es uno de los promotores de la manifestación de este lunes para exigir libertad en Cuba. Las autoridades cubanas le permitieron abandonar la isla después de haberlo tenido incomunicado durante varios días en su casa.

El líder de la plataforma opositora Archipiélagollegó a Madrid este miércoles con un visado de turista de 90 días. Asegura que lo pidió varios días antes de la protesta y así, si era detenido, podría negociar su liberación con las autoridades cubanas. De momento no pedirá asilo político en España porque su intención es volver a Cuba. Pide a la comunidad internacional que no mire para otro lado. Esta es la entrevista que ha concedido a Antena 3 Noticias.

Pregunta- ¿En qué momento tomas la decisión de abandonar Cuba?

Respuesta – Nunca pensé en abandonar Cuba. He viajado bastante, a España había venido tres veces con anterioridad, he viajado también a Inglaterra cuatro veces, por casi toda América Latina. Nunca se me había pasado por la cabeza abandonar mi país. No fue hasta el día 14 de noviembre, día que tenía que marchar y me hicieron un acto de repudio durante horas que no lo permitió, hasta ese día no había tomado la decisión de abandonar mi país. De hecho, todavía no he abandonado porque estoy solamente de paso. Estoy tratando de recuperarme, de recuperar el aliento, tomar una bocanada de aire fresco, de tomar oxígeno para volver a sumergirme y tratar de hacer algo por la democracia de mi país. Lo necesitaba porque en Cuba no iba a tener la oportunidad de hablar. Me iban a encerrar en mi casa sin internet, sin acceso a amigos y sin poder salir para convertirme en una no persona. Ellos no me querían preso porque no me querían convertir en un símbolo. Aquí, en España, puedo ser persona, tengo el derecho de decir lo que pienso y puedo hacer algo por mi país.

P - ¿Cómo afecta tu salida al activismo cubano?

R – Se que ha sido un golpe doloroso. Ayer fue un día muy duro para mi, llevaba varios días sin internet y vine a actualizarme de lo que había pasado las dos últimas semanas aquí en España, cuando me conecté tuve que leer cosas dolorosas. Estoy convencido de que tengo que sanar mi dolor y de que el dolor de esas personas también sanará porque el tiempo se encarga de demostrar porque uno hace lo que hace y en ningún caso para mi esto significa renunciar a mis principios. Lograré perdonarme a mi mismo por no haber tenido el valor de convertirme en piedra, quizá debo pedir perdón por ser humano, por pensar en mi esposa y en mi vida y por escapar de lo que iba a constituir una muerte en vida, eso es lo que me esperaba en Cuba; una muerte en vida.

"Me iban a encerrar en mi casa sin internet, sin acceso a amigos y sin poder salir"

P - ¿Has tenido algún tipo de conversación con el gobierno español?

R – Ahora estoy concentrado en poder denunciar lo que está pasando en Cuba, en hacer algo por la gente que está allí, que no tiene visa y no puede salir. Esa gente está sufriendo, están siendo perseguidos o están en una cárcel o recluidos en sus casas o con internet cortado o amenazados o han perdido sus empleos. Hay mucha gente en Cuba que me necesita en este momento, por lo tanto, no he tenido tiempo para pensar en qué va a pasar dentro de unos meses. Eso sí, estoy abierto a hablar con quién sea del gobierno español, absolutamente con todo el mundo, incluso con aquellos que puedan estar en las antípodas de mi visión sobre Cuba. Hay que hablar, aquí existe el diálogo y se pueden tener diálogos transformadores, por lo menos, que transformen la visión hacia Cuba.

P – En tus primeras declaraciones en España exiges que la Comunidad Internacional no mire hacia otro lado con respecto a Cuba. ¿Por qué crees sucede?

R – Hay una cosa que es la hemiplejia moral, a veces solamente funciona un lado del cerebro y cuesta mucho reconocer las cosas. Es como aquel cuento del rey donde el rey había prohibido que le dijeran que su caballo había muerto y cuando finalmente muere sus súbditos le dicen que el caballo no habla, no respira, no come y el rey dice: “ah bueno, está muerto”. Con Cuba es algo parecido, no se atreven las personas a decir lo que es evidente para todos los cubanos que es que Cuba es una dictadura, una tiranía. Dicen: “Bueno en Cuba no hay democracia, en Cuba no hay estado de derecho, en Cuba se violan los derecho humanos…” Entonces ¿qué hay en Cuba? No tengamos miedo, esas son las palabras. Está en el diccionario, se puede leer el significado. Simplemente abran el diccionario y visiten Cuba. Así entenderán si se parece o no lo que dice el diccionario y la realidad de Cuba.

P – Hay voces que aseguran que en los últimos meses has tenido contacto con Estados Unidos. ¿Es cierta esa afirmación?

R - Curiosamente yo me había encontrado, mucho antes de Archipiélago, dos veces con el embajador de Estados Unidos en Cuba y de lo que hablamos en esos encuentros fue del embargo porque yo soy anti embargo. Las sanciones no solo afectan a la familia a la cubana, al cubano de a pie, son, además la excusa perfecta para justificar todo lo malo que ocurre en Cuba y una estrategia política para ganarse la solidaridad de un mundo que sigue creyendo en aquello del David contra el Goliat, cuando en realidad dentro de cada casa el que se convierte en Goliat es el régimen y aplasta a cualquier ciudadano que intente comportarse como David. Entonces, curiosamente esos encuentros fueron para hablar del embargo y cuando el embajador me dijo ¿en qué te puedo ayudar?, le dije si usted me facilita llegar al congreso de los Estados Unidos para decir allí lo mismo que he hablado con usted se lo agradecería. ¿Por qué no hablan de eso? Si espiaron bien y lograron grabar la conversación ojalá que la pongan completa.

"No se atreven a decir lo que es evidente, que Cuba es una dictadura"

P- Nos contabas que os acosaron en tu casa, dejándoos animales muertos en la puerta ¿cómo viviste esa experiencia?

R – Para nosotros ese fue uno de los días más difíciles, sobre todo, porque llegaron a las puertas de mi casa. Era la primera vez que llegaban tan cerca. Amanecieron dos palomas muertas, sangre, tierra, plumas por todas partes y para mi esposa fue particularmente doloroso ella incluso me ve a mí y a ella misma como a esas palomas decapitadas. Ella le ha llamado a esto que hemos vivido el asesinato de las palomas e incluso esta decisión de venir a España temporalmente ella le llama el vuelo de las palomas. Por supuesto que nos marcó, encontrar ese espectáculo tan desagradable delante de nuestra puerta fue algo que nos chocó. Han ocurrido cosas peores después pero ese fue el preámbulo de todo lo que son capaces de hacer cuando quieren intimidarte, hacer que el temor corra por tus venas. Es un estado de terror lo que hemos vivido nosotros y lo que todavía siguen viviendo millones de cubanos.

P – Te has marchado pero has dejado a tu hijo allí. ¿Tienes miedo de que esas represalias que han tomado contra tu persona se deriven hacia tu entorno más cercano que se ha quedado en la isla?

R – No puedo pensar en eso porque si no me muero. Tengo que luchar todo el tiempo para que esas ideas no lleguen a mi cabeza.