SALUDO AMISTOSO
Esta semana se celebra la Cumbre del Grupo de los 20 en Buenos Aires, Argentina. En ella el presidente ruso, Vladimir Putin, ha chocado su palma derecha con la del príncipe heredero saudí, Mohámed bin Salmán.
El informal gesto de cercanía ha quedado registrado cuando ambos líderes se sentaban a la mesa, uno junto al otro, en el plenario del grupo de las veinte mayores economías desarrolladas y en desarrollo del mundo. Es un momentos crítico para ambos, uno por las tensiones entre Rusia y Ucrania en el Mar Negro, y el otro, por la investigación de asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, que ocurrió el pasado 2 de octubre en el consulado de Estambul.
Son dos líderes acusados de tener un limitado respeto por los derechos humanos, pero esto no impide que rían juntos a carcajadas. Ambos también siguen de cerca el precio del petróleo, con un valor del Brent que se ha iniciado después de que Rusia haya indicado que evalúa recortar su producción de crudo junto con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPED).
La OPEP decidirá la próxima semana, en Viena, si apuesta por una limitación coordinada de sus extracciones con el objetivo de frenar la caída que ha registrado el crudo desde principios de octubre.