MINIMALISMO URBANO EN LA GRAN MANZANA
A menos que seas una persona extremadamente rica, vivir en Nueva York es sinónimo de sorevivir hacinado en un piso. El joven empresario Graham Hill fue consciente de los problemas de espacio en la gran ciudad y se le ocurrió una curiosa idea de negocio, encajar siete habitaciones en una vivienda de 40 metros cuadrados.
Hill, fundador de treehugger.com, quería encontrar una manera de deisfrutar de un apartamento pequeño, sin sacrificar la habitabilidad. Para ello ha tomado como piso piloto un apartamento en el barrio de SoHo. Como muestra de su forma de vida, lo ha convertido en un espacio lleno de muebles ocultos y paredes móviles con las que se crea un ambiente perfecto, dependiendo de las necesidades puntuales.
Tire hacia abajo de la sala de estar y ya tiene oficina, la estantería se convierte facilmente en una cama. Empujar la pared descubre la sala de estar. ¿Tienes invitados? No pasa nada, el armario esconde diez sillas apiladas, listas para usar. La mesa del comedor es muy fácil de montar a lo largo de la estancia.
Si uno de sus invitados quiere pasar la noche en casa, simplemente mueva la pared del salón para componer una habitación completa, con armario y literas plegables. Y eso sin contar el espacio de la cocina o el baño.