Hawái
El Instituto Geológico de Estados Unidos ha activado la alerta roja para la aviación civil y esta erupción registra niveles similares a las de años anteriores.
El volcán Kilauea ha vuelto a despertar. El Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS) ha activado la alerta roja para la aviación civil tras la erupción del volcán. Se trata de la segunda caldera más grande de Hawái y una de los más activas del planeta.
La erupción comenzó a las 16:45 hora española. El USGS ha señalado que "aproximadamente a las 4:44 a.m. HST del 7 de junio de 2023, el Observatorio Volcánico de Hawai detectó un resplandor en las imágenes de la cámara web de la cumbre del Kilauea, que indica que una erupción ha comenzado dentro del cráter Halemaʻumaʻu en la caldera de la cumbre del Kīlauea, dentro del Parque Nacional de los Volcanes de Hawai".
Una erupción de grandes niveles
Según ha informado el Instituto Geológico de Estados Unidos, las emisiones de dióxido de azufre (SO2) que han sido liberadas por la erupción han alcanzado las 65.000 toneladas. Por el momento, la actividad se estabiliza dentro del Parque Nacional de los Volcanes de Hawái y el número de toneladas se asemeja al inicio de las erupciones de años anteriores.
Las autoridades están preocupadas por los niveles de los gases emitidos y, a parte del dióxido de azufre, se están investigando los niveles de dióxido de carbono (CO2). El USGS también ha mencionado los otros posibles peligros que puede suponer la erupción como el cabello de Pele (hebras de vidrio basáltico) o los fragmentos de vidrio volcánico liviano que puedan llegar a surgir a partir de la lava. Han avisado que "los residentes deben minimizar la exposición a estas partículas volcánicas" ya que "pueden causar irritación en la piel y los ojos".
La erupción de 2018
No es la primera vez que rompe con esta intensidad. En 2018, el volcán alcanzó una nube de ceniza que se situó entre los 3.000 y los 3.600 metros sobre el nivel del mar. En este episodio, se evacuaron 1.700 personas de sus casas cuando entró en erupción el tres de mayo. A partir de esa fecha, se abrieron una veintena de grietas y la lava arrasó más de 700 casas de los vecinos que habitaban en la zona. Además, se registraron durante varios días temblores que superiores a los 5.0 grados.