Finlandia
La primera ministra de Finlandia tiene también su propio 'caso Partygate', tras publicarse un vídeo donde se la ve bailando intensamente. Ella reconoce que bebió y la oposición le exige que se haga un test de drogas.
Si bien las fiestas de Boris Johnson en Reino Unido fueron su tumba política, hay mandatarios que no han tomado nota de ello y podrían verse abocados a un desenlace similar. Es lo que ha sucedido en Finlandia con su primera ministra, Sanna Marin, líder de los socialdemócratas finlandeses y máxima autoridad en el Ejecutivo del país, después de que haya salido a la luz un vídeo suyo en el que se la ve bailando intensamente, en compañía de otros miembros de su partido.
La polémica ha saltado después de que el vídeo se haya hecho viral en todas las redes sociales, pudiéndose ver en él cómo la primera ministra parecía estar ligeramente inestable mientras bailaba. Ella misma ha reconocido que bebió alcohol durante la fiesta, lo cual no ha sido del agrado de la ciudadanía, y mucho menos de la oposición, que le ha exigido que se haga un test de drogas para saber si también ingirió otras sustancias durante dicha fiesta.
El motivo por el cual se exige a Marin que se haga dicho test es porque en el vídeo se oye la palabra "harina", que menciona alguna de las personas allí presentes. Ese término está relacionado frecuentemente con la cocaína, hecho que ha provocado esta crisis política para la primera ministra. No obstante, ella asegura que no ha hecho "nada ilegal" y dice no tener ningún problema en hacerse el test de drogas que le ha pedido la oposición.
Marin dice sentirse "decepcionada"
La primera ministra finlandesa ha querido responder a las críticas, diciendo sentirse "decepcionada" después de que ese vídeo, de una fiesta privada, haya visto la luz. Según ha querido señalar, "son vídeos privados y no están destinados al público", añadiendo además que tiene tiene "una vida familiar, una vida laboral y tiempo libre", por lo que no considera adecuado que se hayan publicado sus imágenes bailando mientras bebía con sus amigos.
Finlandia atraviesa actualmente una situación política inestable, marcada por la invasión rusa de Ucrania. Los finlandeses tienen frontera terrestre con Rusia y temen que Putin tenga la tentación de emular a Stalin en la II Guerra Mundial e invadir parte de su territorio, al igual que ha hecho con los ucranianos. Por ese motivo, Finlandia, acompañada de Suecia, ha solicitado ingresar pronto en la OTAN, en aras de garantizar una mayor seguridad.